Primera opción de título para Mir, donde logró su primera victoria

Subiendo al cajón el mallorquín se coronaría campeón, en la matemática más sencilla. De no ganar ninguno de sus dos más inmediatos perseguidores en la general, Fabio Quartararo y Álex Rins (los dos a 37 puntos), le valdría finalizar entre los seis mejores. Dos opciones, la de podio o la de un 'top seis' más que factible para un piloto cuyo peor resultado en los últimos tres fines de semana ha sido dos veces tercero, en tres grandes premios en los que ha coincidido en la ceremonia de los mejores con su compañero de equipo. La señal inequívoca del nivel que tanto él como su moto, la Suzuki, han alcanzado a lo largo de este curso marcado por la inconsistencia.

«No es que tenga prisa por cerrarlo. Hay que hacer las cosas bien. Está claro que si lo podemos cerrar este fin de semana, mejor, porque con todo lo que está pasando con el coronavirus, menos riesgo puede haber de que pase algo», confesaba Mir este jueves en Valencia. «Este fin de semana lo tenemos salvado con la PCR negativa, pero esta situación desgasta mucho mentalmente, porque es una presión constante. No nos basta la presión que pueda ser jugarte un título, que encima tenemos que tener la presión esta. Es un extra que desgasta mucho mentalmente», reconoció el balear.

Un título que podría conseguir en la que es tan solo su segunda temporada en la clase reina, y con la 'ventaja' de ya saber qué tiene que hacer, después de haber ganado en el mismo escenario el pasado domingo, y en un fin de semana en el que se esperan condiciones muy similares a la de la última carrera. «Veremos al Joan Mir de siempre. Depende de las circunstancias que tengamos en cada momento. Parto con ir como siempre, al ataque y a intentar sacar el mejor resultado posible. Y luego ver dónde estoy en carrera, ver qué opciones tengo y gestionarlas. Si se puede, ir a ganar, y si no, a estar por ahí», apuntó. A priori, y visto lo visto en este tramo final de año, debería de ser Rins su principal rival, tras acumular dos segundos puestos y una victoria en las últimas tres citas. Justo el piloto que sabe que no puede cometer una tontería que arruine las opciones de Suzuki.

«Nuestro objetivo para este fin de semana va a ser ganar», aclaraba el barcelonés, que sigue asegurando que no ha recibido ningún mensaje de los jefes de su escudería más allá de respetar a su compañero y líder: «Lo que no voy a hacer es estar pendiente de la pizarra o jugar sucio. Tenemos que ir a la nuestra, demostrar lo que valemos y, si podemos conseguir la victoria, pues será la segunda de la temporada, y si no, pues a luchar por el podio. Opciones matemáticas tenemos y vamos a ir a por todas. Nos tenemos que centrar en mejorar nuestra puesta a punto e ir a por la carrera». Y esta situación, más la falta de fiabilidad de las Yamaha tanto de Quartararo, segundo de la general empatado con Rins, como de Maverick Viñales, cuarto a 41 puntos, es la que hace prever que solo un elemento inesperado (justo lo que está marcando 2020) puede cambiar el guion que casi quedó cerrado el último domingo.

«Parece que Joan no tiene muchas debilidades, pero la verdad es que este año ha sido extraño para todos. No estoy buscando sus debilidades, sino trabajar para conseguir luchar con él hasta Portimao, porque lo que tenemos que hacer es superar nuestras debilidades para intentar llegar vivos hasta la última carrera», argumentaba Quartararo, consciente de lo difícil que va a resultar que en el Ricardo Tormo o en Portugal la balanza del título se incline definitivamente del lado de Mir y de Suzuki, la combinación que mejor está sabiendo interpretar el curso que está a punto de acabar. Con MotoGP a punto de definirse, y con Moto2 y con Moto3 con alguna posibilidad de también quedar finiquitados el domingo, aunque en el caso de las dos cilindradas pequeñas esas opciones son mucho más remotas para sus líderes, Enea Bastianini y Albert Arenas.