Yamaha busca confirmarse con una tercera victoria consecutiva

Una igualdad que este dominio en la general opacaba. Porque las estadísticas dicen que las diez carreras más apretadas de la historia, con menor diferencia entre los quince primeros (los que se reparten los puntos), se han disputado en las últimas campañas: dos en 2017, cinco en 2018, una en 2019 (la primera de este ranking, la de Catar, con 15 segundos y noventa y tres milésimas entre el ganador, Andrea Dovizioso, y el decimoquinto, Johann Zarco), y dos de este 2020: la primera de Misano y la de Brno.

Las dificultades con los neumáticos este viernes se asemejaban a las de la prueba de la República Checa, una jornada en la que los tres primeros fueron, precisamente, los que subieron al podio aquel domingo: esta vez con Franco Morbidelli primero, por delante de Zarco y de Brad Binder.

«Quizás en otro circuito en el que no esté tan fuerte y peligre la Q2 la cambiemos, pero aquí me he sentido fuerte así que hemos podido hacer muchas vueltas con el depósito lleno», explicaba Maverick Viñales, cuarto en la combinada de los dos entrenamientos libres, y el primero de los cuatro favoritos a la general, y que en Barcelona planteó la misma estrategia que en la semana anterior en Misano, adonde había llegado envuelto en dudas tras su decepcionante prueba del domingo anterior en el mismo escenario. «Estamos bien y de este modo podemos ver los puntos fuertes y débiles de la moto», exponía sobre un trabajo centrado en evitar las sorpresas en la carrera.

«Es complicado saber el ritmo, porque ellos no han hecho una tanda larga. Yo he estirado muchas vueltas la goma media y he podido ver hasta dónde no había nada más», apuntaba por su parte Joan Mir, séptimo, justo un puesto por detrás de Fabio Quartararo, el segundo de la general y que no vivió su jornada más plácida, en parte también por unas molestias físicas. «Las Yamaha hacían el tiempo con la goma un poquito más fresca, con menos vueltas. Así que es complicado comparar dónde estamos, pero seguro que no lejos. Será difícil ganarles, pero no es para nada imposible», apostaba el de Suzuki, considerando a la moto japonesa, ganadora el pasado domingo y la que más triunfos lleva este año (cuatro, con los dos de Quartararo en Jerez y el de Morbidelli en Italia), de nuevo como la favorita. El cuarto de los pilotos provisionalmente en liza en la pelea por el Mundial, Dovizioso, el líder, fue el que más sufrió.

«Para mí nunca hay que subestimar ni a Dovi ni a Ducati», reconocía este viernes Viñales sobre el italiano, decimoquinto y que fue uno de los tres pilotos que no pudo mejorar su registro de la mañana a la tarde (los otros dos fueron Quartararo y su compañero Danilo Petrucci, último, lo que apunta a los problemas de Ducati en el primer día en un circuito tradicionalmente favorable para sus intereses, y en el que Pecco Bagnaia, deslumbrante en Misano, terminó antepenúltimo). «De repente, parece que no están y llega el día de la carrera y están delante. Pensamos que Dovi estará fuerte en esta pista así que hay que mejorar los tiempos mañana», indicaba el español.

Un sábado en el que se jugará la importante partida del entrenamiento oficial para definir la parrilla de salida, en un año en el que la posición de salida tiene más valor también por esa igualdad reinante. «Creo que eso se verá más aquí que en otros circuitos, porque cae mucho el neumático y hay mucha diferencia entre un neumático nuevo y uno usado», apuntaba Mir sobre la posibilidad de que los neumáticos nuevos ayuden a conformar una parrilla algo irreal pensando en cómo pueda desarrollarse la carrera. «Hacer una vuelta con uno nuevo te puede salir, pero luego la carrera son muchas vueltas y hay que tener mucho cuidado con el gas. Veremos gente que será rápida a una vuelta pero que luego tendrán problemas con el ritmo», agregaba.