La crisis del coronavirus mueve las citas de Tailandia y Aragón

En cuanto a la cuestión logística, tras el último entrenamiento de pretemporada de la clase reina que finalizó el 24 de febrero, las escuderías de MotoGP dejaron todo su material en Losail, con los boxes montados y las motos preparadas para el gran premio. Una vez suspendida la prueba inaugural estos equipos tuvieron que organizar la labor de desmontaje y de empaquetado, con dos días de margen de trabajo (miércoles y jueves, porque el viernes tenía que estar todo despejado para el arranque del gran premio) y sin italianos.

Un quebradero de cabeza, por ejemplo, para Ducati, que sólo cuenta con tres personas 'no italianas' en su estructura: dos españoles, su director de comunicación, Artur Vilalta, y uno de los mecánicos de Andrea Dovizioso, Pedro Rivera, más el asistente del piloto italiano, el croata Kreso Prsa. Tres personas que tuvieron que preparar 43 cajas, con sólo Rivera habituado a esta labor.

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Un material, el de los equipos, que viajará de momento a Barcelona a la espera de ver cómo evoluciona la crisis del coronavirus, y si puede disputarse la siguiente cita del calendario, la de Texas, tras el aplazamiento de la prueba de Tailandia. Precisamente la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) anunció este jueves que el gran premio asiático ocupará el lugar del de Aragón en el calendario en el fin de semana del 4 de noviembre, mientras que la cita española se adelantará al 27 de septiembre. Esto en un calendario que, obviamente, sigue teniendo mucho de provisional.