Marc Márquez aprovecha un chaparrón para volver a ganar en Misano

Hace una semana en Aragón, Marc Márquez rompía su peor racha sin ganar una carrera. Y solo tuvo que esperar siete días más para regresar al escalón más alto del podio. Su lugar natural y el que más veces ha pisado en MotoGP. La victoria número 61 en la clase reina demuestra que el de Cervera no solo está de vuelta, sino que lo hace para quedarse.

Volvió a ganar gracias a su instinto y a un talento innato para ser rápido cuando más difíciles son las condiciones. El cielo se había encapotado justo después de acabar la carrera de Moto2 y en la parrilla la tensión iba en aumento cuando caían gotas sobre el asfalto. La carrera fue declarada en seco, pero los comisarios mostraban la bandera blanca que permitía a los pilotos entrar en cualquier momento al pit lane a cambiar de moto.

Durante las primeras vueltas el cielo aguantó, con Bagnaia liderando la carrera, por delante de Martín y Bastianini, mientras que Márquez estaba bloqueado por el sudafricano Binder, al frente del segundo grupo que perdía más de cuatro segundos con cabeza de carrera. Pero en el inicio del sexto giro, la lluvia empezó a caer con más fuerza y las MotoGP empezaban a deslizar sobre un asfalto que se iba empapando poco a poco. Ese fue el momento clave de todo el fin de semana, porque alteró el orden establecido hasta ese momento y condenó al único de los de cabeza que erró con su decisión.

Jorge Martín enfilaba la calle del pit lane en solitario, mientras el resto de sus rivales se quedaban en la pista. El madrileño salía con la segunda moto calzada con neumáticos de agua, rezando para que la lluvia fuese a más. Lejos de suceder eso, ocurrió lo contrario. Y es que un par de vueltas después dejaba de llover definitivamente y tenía que volver a entrar a box y acabar la carrera con su Ducati de seco, con una vuelta perdida y en decimoquinta posición. «Ha sido un fallo de estrategia clarísimo, pero ahora es fácil decirlo en frío. Tenía que haber hecho lo mismo que mi rival hoy, que era Pecco», señaló el madrileño.

Las mismas cuatro gotas que sepultaron las opciones de Martín, estimularon las de Márquez, que en solo una vuelta pasaba de quinto a primero, tras adelantar a un precavido Bagnaia, que tenía mucho más que perder que él. La lluvia solo duró un par de vueltas y cuando el suelo se secó, Marc tenía a rueda a Bagnaia, y se había abierto un hueco por detrás. Quedaba por delante más de la mitad de la carrera y el de Cervera tenía la misión de contener al piloto más rápido en la pista de Misano. «Para mí lo más importante de todo es el ritmo que he tenido en esas últimas vueltas, cuando he sabido mantener el ritmo y lograr la vuelta rápida de carrera para mantener a raya al campeón», explicaba el ya doble ganador de carreras en este 2024.

Tras ver cómo Márquez aguantaba la presión, Bagnaia dio por buena la segunda posición, teniendo en cuenta que Martín había sido doblado y ese resultado era muy valioso en clave de campeonato. El italiano recortaba 19 puntos de un plumazo y se queda a solo siete del líder. Y en dos fines de semana el campeonato regresará a Misano, para disputar un segundo gran premio que sustituirá al cancelado GP de India. Y el que vuelve a meterse en la batalla es un Márquez, que en las dos últimas citas ha recuperado 30 puntos y está a solo 53.

Misano volvió a vivir otro pleno rojo en el podio, con la tercera posición de Enea Bastianini. Cuarto concluyó Brad Binder, que se inmiscuyó entre las Ducati, ya que quinto y sexto fueron Marco Bezzecchi y Álex Márquez, con las motos boloñesas. Y séptimo, el excampeón Fabio Quartararo, en su mejor resultado del año con la Yamaha.

Mal domingo para un Pedro Acosta, que había empezado muy fuerte y que se fue al suelo en la cuarta vuelta cuando peleaba por la tercera posición. Aunque retomó la carrera con una KTM dañada, arriesgó al entrar en boxes en la misma vuelta que Martín y tampoco acertó. Aunque en el caso del murciano, la apuesta estaba más que justificada.

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