Verstappen saca la cabeza y Mercedes genera dudas

Y es que el Istanbul Park que recibió a la Fórmula 1 no cuenta con el mismo asfalto que el que les despidió en 2011. Mucho más resbaladizo, ningún piloto consiguió hacer su plan previsto sin probar, al menos una vez, las escapatorias. Como buen 'tilkódromo' (circuito diseñado por el alemán Hermann Tilke), cuenta con un buen margen en las zonas exteriores de la pista, lo que evitó accidentes serios.

Trompos, dificultades para mantener la temperatura o incluso un poco de 'graining' al final, la gestión de los neumáticos va a ser un auténtico quebradero de cabeza para todo el fin de semana. Prueba de ello es que los Mercedes no estuvieron al frente de la tabla en ninguna de las dos sesiones, y tanto Valtteri Bottas como Hamilton se quejaron de una falta alarmante de adherencia incluso con temperatura ya dentro de rango óptimo de comportamiento, según los datos de Pirelli.

En estas condiciones, haciendo bueno ese refrán del río revuelto y los pescadores, Charles Leclerc sacó un punto extra de rendimiento para el Ferrari. Ni ellos mismos saben cómo lograron mantenerse en tiempos de los hombres de cabeza, pero el monegasco no se bajó de los puestos de honor en todo el viernes. Conforme se vaya cargando de goma la pista, previsiblemente, se irá normalizando más la situación, pero en la Scuderia no esperaban un viernes tan bueno.

El que tuvo más problemas fue el piloto que acompañará a Charles Leclerc en 2021. Carlos Sainz abandonó antes de tiempo la sesión matutina por una avería eléctrica en su MCL35. El madrileño no pasó después de la decimocuarta posición por la tarde, lo que hace temer que el problema sea mayor de lo esperado. Este mismo sábado pueden, incluso, plantearse montar piezas nuevas que acarreen sanción si no son capaces de arreglarlo de cara a la clasificación.

En líneas generales, y a excepción de estos problemas de Sainz, todos los pilotos se quejaron de lo mismo: la falta de adherencia es muy preocupante. Pirelli ha pecado de demasiado conservador para la elección de sus compuestos de cara a este fin de semana, lo que ha provocado que nadie pueda exprimir al máximo su potencial. Prueba de ello es que la mejor vuelta del día, la que marcó Verstappen en la sesión de tarde, fue tres segundos más lenta que el récord de la pista que tiene Juan Pablo Montoya desde 2005. Si, además, cae algo de agua en la noche antes de la clasificación, incluso será complicado llegar a un 1:25 el sábado.

Instantes antes de que arrancara la complicada primera sesión de entrenamientos libres, Renault anunció que Fernando Alonso y el chino Guanyu Zhou se subirán de nuevo al RS18, el monoplaza de hace dos temporadas, en el circuito de Yas Marina, en Abu Dabi. El asturiano rodará el domingo y el lunes.

Las dificultades que está encontrando el equipo francés para que permitan a Alonso disputar los test de jóvenes pilotos en ese trazado suponen un serio contratiempo en la planificación prevista para el regreso del español. En sentido estricto, el veto es correcto: la norma establece que solo pueden participar en esos ensayos pilotos que hayan disputado como máximo dos grandes premios. Este hecho obliga a dejar fuera a Alonso, pero también la misma norma abre la puerta a que o bien la FIA motu proprio o bien mediante el consenso por unanimidad del resto de equipos, se pueda permitir que participe un piloto que supere ese límite.

Alonso no es el único que se está encontrando con trabas de sus equipos. Carlos Sainz acabará su trabajo con McLaren cuando llegue a la meta del Gran Premio de Abu Dabi, y aunque su contrato no finaliza hasta el 31 de diciembre, a efectos prácticos ya empezará a pensar como piloto de Ferrari ese 13 de diciembre en el que acabará la temporada 2020. Sin embargo, al igual que en el caso de Alonso, la misma escudería de Woking se muestra reticente a permitir que el madrileño ruede al volante de un SF1000, el coche que este año han perpetrado en Maranello, ya que será un previsible rival directo para 2021.