David Sánchez de castro
Madrid
Miércoles, 1 de julio 2020, 13:39
La gran noticia del confinamiento en la Fórmula 1 y casi en el deporte en general fue el fichaje de Carlos Sainz por Ferrari. El buen hacer del madrileño en los últimos años de McLaren, su disciplina y humildad en Toro Rosso y Renault ... y las proyecciones de futuro que se le estiman fueron suficientes como para que le fichen en el equipo en el que todo piloto de automovilismo quiere acabar algún día. Digan lo que digan públicamente, correr en Fórmula 1 está bien, pero hacerlo para Ferrari es el gran sueño de todos.
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Con su futuro garantizado (algo que no pueden decir otros, como el mismísimo Sebastian Vettel a quien sustituye), Sainz podría razonar que ya no tiene presión. Haga lo que haga en las 8, 10, 12 o 15 carreras que se disputen, el 1 de enero ya podrá vestir la camiseta roja con el escudo amarillo del 'cavallino rampante'.
Tras ser sexto en el campeonato de 2019, la labor de Sainz será, al menos, no ceder mucho de esa posición. «No podemos permitirnos perder la concentración. Ni siquiera sabemos cuántas carreras vamos a hacer, es un escenario sin precedentes, por lo que cada punto que podamos conseguir es absolutamente clave», reflexionaba en la previa de la carrera.
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