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david sánchez de castro
Madrid
Viernes, 17 de julio 2020, 19:42
Hungría no es un circuito donde haya espectáculo. Eso es así. Estrecho, revirado, poco dado a los adelantamientos, muy caluroso. Ningún piloto, ingeniero o periodista tiene marcado en rojo el fin de semana de la visita al Hungaroring, ni siquiera los animosos aficionados magiares ... que este año no podrán acudir en masa al trazado de Budapest.
Sin embargo, todo puede cambiar añadiéndole una salsa tan insípida, insabora e incolora fuera del asfalto (y si no es así, preocupante) como picante cuando lo pisa: el agua. Después de unos entrenamientos libres matutinos en los que los Mercedes ajusticiaron a sus rivales con un dominio absoluto, en tandas cortas y largas, a una vuelta y a varias y con los diferentes neumáticos probados, cayó un buen chaparrón sobre el circuito que barajó las cartas.
Tanto fue así que el más rápido de los segundos libres fue el desahuciado Sebastian Vettel. Ferrari, a quien la propia Fórmula 1 en su web oficial ya coloca como un equipo de la zona media, aprovechó que bajo el agua todo se iguala a la baja para llevarse el mejor tiempo de la tanda, por delante de Valtteri Bottas y de Carlos Sainz.
El español ya demostró en la clasificación del GP de Estiria que con la pista mojada se siente muy a gusto. La labor del madrileño al volante del McLaren MCL35 no está siendo tan brillante como la de su compañero Lando Norris, que sumó dos 'top 5' en las dos citas disputadas en el Red Bull Ring de Austria, por lo que todo lo que sea añadir una condición que le beneficie juega a su favor. Mientras muchos (incluido Lewis Hamilton) se quedaron en 'boxes', Sainz se atrevió a salir mientras una fina lluvia, un orballo que dirían del Padornelo para arriba, caía incesantemente sobre el circuito.
Las previsiones son dubitativas para el resto del fin de semana, pero Sainz se siente preparado. Si no, en seco, poco podrá hacer. Ni él, ni los Red Bull ni mucho menos los Ferrari podrán cazar a los Mercedes, que siguen en otra liga y que además cuentan en Hungría con un palmarés más que positivo. De hecho, Lewis Hamilton tiene a tiro igualar el récord de Schumacher de más victorias en el mismo circuito, que el alemán ostenta con sus nueve triunfos en Magny Cours (Francia).
La esperanza de que llueva se convierte en una necesidad para Sainz. Lo admitía después de la jornada de trabajo de este viernes. «Nos ha faltado ritmo en seco y no sabemos por qué el coche no iba bien. Estoy un poco preocupado, porque hemos visto que los demás van mejor de lo esperado», admitía. «No vamos a esconder que el coche no iba bien en seco, los dos lados del garaje estábamos un poco preocupados. Es un circuito diferente y las temperaturas son más frías, quizás esto expone nuestras debilidades. No hemos podido probar lo previsto en los Libres 2, pero nos deja preocupados. Si estamos a medio segundo del Racing Point, y con el mismo tiempo que Renault.», recordaba.
La pelea por la zona media (en seco) es tan igualada que en el momento en el que se produzca un ligero bajón de cualquiera, puede haber problemas. Daniel Ricciardo, por ejemplo, se plantó quinto en seco, tras los Mercedes y los Racing Point. El mismo piloto australiano, en Austria, se encontraba por detrás de los McLaren. Si Sainz y Norris, que también se quejó de los mismos problemas que el español, no encuentran la ayuda del cielo (meteorológico, no celestial), pueden sufrir serias dificultades para mantener el buen arranque de campaña.
Mientras los pilotos se encontraban hablando con la prensa y finalizando su jornada de trabajo, desde comunicación de la Fórmula 1 cumplieron con su prometida rendición de cuentas acerca de los controles que están haciendo desde que se reinició el Mundial.
Por primera vez en estas tres semanas, tuvieron que admitir dos positivos por coronavirus. Lejos de ser una mala noticia, es positiva para ellos porque demuestra que el sistema funciona. Estos dos positivos se han detectado entre los 4.997 test que se han realizado entre los días 10 y 16 de julio, es decir, entre el domingo en Austria y este jueves ya en Hungría. No se trata de ningún piloto, dado que los 20 (y los probadores previstos) se encuentran en el circuito con normalidad.
No obstante, siguiendo el protocolo, a esas dos personas se les ha aislado para que se sometan a la preceptiva cuarentena por seguridad. Tendrán que estar 14 días separados del resto y se les realizarán test: en el momento en el que den negativo en tres consecutivos, se les permitirá el reingreso al 'paddock'. Ninguno de ellos estuvo en Austria, por lo que no han tenido contacto con nadie de los presentes en Hungría y, por tanto, no hará falta iniciar labores de rastreo.
A esos casi 5.000 test realizados en los últimos seis días, se unen los casi 10.000 que ya se habían realizado en Austria, lo que hace un total de 15.000, aproximadamente. Los habitantes del 'gran circo' admiten estar ya algo acostumbrado a las molestias que suponen este tipo de controles, si bien consideran que son necesarios y los aceptan como tal.
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