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Piastri celebrando en el podio su triungo en el GP de Hungría. EFE
La primera victoria de Piastri abre una guerra civil en McLaren
GP de Hungría

La primera victoria de Piastri abre una guerra civil en McLaren

La contradictoria gestión del equipo, que primero primó a Norris y después le ordenó dejarse pasar, permitió que el australiano se convirtiera en el 115º ganador de un GP · Sainz fue 6º y Alonso acabó fuera de los puntos

David Sánchez de Castro

Domingo, 21 de julio 2024, 18:01

Pocas veces una primera victoria en Fórmula 1 ha sabido tan agridulce. Oscar Piastri estrenó por fin su palmarés, en un GP de Hungría que sabe de primeras veces: fue la primera para Fernando Alonso, para Jenson Button y para Esteban Ocon, entre otros. Pero a diferencia de estos, este hito en su carrera deportiva se produjo tras unas decisiones más que cuestionables de McLaren, que intentaron beneficiar a Lando Norris, 2º, y se acabaron arrepintiendo. Mucho dará de sí ese final en el que el británico se dejó adelantar después de encontrarse el primer puesto de regalo inesperado que luego tuvo que devolver.

Tras una intensa pelea, toque incluido, con Verstappen, Hamilton completó un podio en el que se quedaron lejos los españoles. Carlos Sainz, que no tuvo una buena salida, acabó 6º y Fernando Alonso, 11º. En Aston Martin no supieron leer bien la carrera y desde su primera decisión (arrancar con blandos) ya se veía que lo logrado el sábado se iba a ir por el desagüe.

Salida: Piastri, el más listo

Para sorpresa de nadie, Lando ('Blando') Norris duró en la pole apenas una curva. El británico salió cubriendo a su compañero, que salió de manera excepcionalmente buena. Piastri llegó a final de recta con el primer puesto por centímetros, pese a que Norris le intentó cubrir en una defensa que acabó con Max Verstappen fuera de la pista. El neerlandés no se achantó y, por fuera de la pista, le quitó la posición a su rival en las últimas carreras, pero ante una eventual sanción más que evidente y a regañadientes devolvió la posición a su rival. Al final, el más listo fue un Piastri para tener una oportunidad de oro de estrenar su palmarés.

Por detrás, Carlos Sainz se vio perjudicado por lo ocurrido delante y se vio atrapado detrás de Hamilton, lo que a la postre le perjudicó para pelear por el 5º puesto con Charles Leclerc. El madrileño, netamente más rápido que su compañero todo el fin de semana, tuvo que apretar los dientes a la hora de la verdad. Superado incluso por Fernando Alonso, que salía 7º con neumáticos blandos frente a los medios del Ferrari, pronto las cosas se pusieron en su sitio. Incluida la queja por la radio de Alonso, que cuando le cuestionaron por la estrategia dijo que daba igual porque ya habían «perdido la carrera con todos».

La gestión estratégica fue clave para entender lo que podían hacer. Los que salieron con blandos, como Aston Martin, se dieron cuenta pronto de que no era la elección buena, ya que el resto con una combinación de medios-duros fueron mucho más competitivos. Aún sí, hubo margen para la improvisación o el cambio de planes, como el que pidió Charles Leclerc. El monegasco pidió ir al 'plan C', aunque de poco le sirvió más que para cubrirse de Sainz a la postre. Con Piastri escapándose y Norris detrás, pero sin perderle de vista, Hamilton intentó resolver la persecución de Verstappen a base de quemar sus neumáticos frente a los del neerlandés. Pero no lo tuvo fácil.

Verstappen acaba por los aires y McLaren se retrata

Como en los viejos tiempos, Hamilton y Verstappen se tiraron casi 10 vueltas tiraándose tarascadas mutuas, aunque con ventaja inicial para el heptacampeón del mundo. La lucha por este tercer puesto tapó el resto y benefició a los que venían por detrás, con Leclerc intentando acercarse desde la 5ª plaza. Mientras, los McLaren se escaparon como si no fuera con ellos la película… porque no iba.

Eso no significó que McLaren se conformase con el resultado, ni mucho menos. En una decisión más que debatible, el equipo decidió hacer parar antes a Norris que a Piastri, lo que supuso un 'undercut' con el que el británico se ponía primero. La excusa: cubrirse de un Hamilton que venía volando. Norris no se merecía liderar, pero lo trincaba, por si acaso. McLaren elegía, o eso parecía, pensar en el Mundial. Ahora mismo, están por delante de Red Bull en rendimiento puro y en tres estornudos, Norris podría cogerle.

Sin embargo, decidieron otra cosa. Después de encender la mecha, porque le estaban robando la primera victoria a uno de sus pilotos para primar al otro, se echaron atrás. El ingeniero de pista de Norris estuvo más de 15 vueltas pidiéndole a su piloto que se dejase pasar, que tenía que pensar en el equipo y no en sí mismo. Hasta tal punto llegó el chantaje emocional, con frases como «quizá para ganar el campeonato necesitas al equipo y a tu compañero» que sonaba casi a amenaza, que Norris echó el ancla y se dejó pasar. Regalaba la primera victoria a un Piastri que tampoco se lo tomó muy bien: a él le estaban pidiendo que intentase recortar tiempo para dar más argumentos a revertir esa decisión de equipo, pero no podía.

Aunque esta inesperada guerra civil en McLaren (primera sin Ron Dennis como jefe, pero no primera en el equipo) lo marcó todo, otra de las grandes imágenes de esta carrera la protagonizaron dos viejos enemigos. Hamilton y Verstappen estaban peleando por el tercer puesto. El neerlandés no se cortó ni con su ingeniero, con el que tuvo unas conversaciones que rozaban las discusiones, ni con el propio Hamilton. El neerlandés se hartó de estar peleando con el británico y le tiró el coche sin miramientos, lo que acabó con un toque entre ambos y su Red Bull volando. Pese al fuerte golpe con el suelo al aterrizar, el monoplaza siguió intacto y, por segunda carrera consecutiva, después de un accidente vuelve a boxes como si nada. Esta vez no pasó como hace unos días, y Hamilton no solo aguantó sino que acabó 3º para lograr su podio número 200.

En cuanto al resultado final de los españoles, Sainz se quedó con un 6º puesto que no sabe mal pero tampoco bien y Alonso, 11º, tras respetar el acuerdo previo del equipo cuando no órdenes directas. No son tan difíciles de cumplir y ejecutar, si Aston Martin es capaz de hacerlas.

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