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David Sánchez de Castro
Domingo, 6 de abril 2025, 08:30
Max Verstappen sumó en Japón su victoria número 64, pero el simbolismo de la misma deja bien claro lo que puede ser esta temporada para él. Después de consumar una pole muy esperada este sábado, supo manejar las circunstancias de la carrera para sostener los tibios ataques de McLaren, en un domingo que se convirtió en una auténtica prueba de fidelidad para los aficionados europeos que decidieron madrugar. La cita de Suzuka fue, posiblemente, una de las más anodinas de la historia reciente de la Fórmula 1, y no por culpa de los pilotos, que hicieron su trabajo a la perfección, sino por la enésima vez en la que Pirelli roba la emoción y la acción en pista. Sin lluvia y con una elección de neumáticos excesivamente conservadora —como casi siempre—, no hubo ni adelantamientos ni acción. Tanto es así que el GP de Japón de 2025 ha pasado a la historia negativa del espectáculo: es la primera carrera de la historia en un circuito permanente en la que los seis primeros acaban en el mismo orden en que empezaron.
El resultado de los españoles fue pobre, pero justo. Fernando Alonso logró su principal objetivo este fin de semana: acabar su primera carrera de la temporada. Lo hizo en una undécima posición que sabe a poco, pero que da buena muestra del estado real de Aston Martin. Mientras Lance Stroll peleaba con uñas y dientes para no ser último —y no lo logró—, el asturiano se conformó con un 11º puesto que, en su contexto, parece un hito memorable. El tractor verde que han creado en Silverstone da para lo que da, y no parece que la solución vaya a ser temprana.
Lo más destacado, al menos en cuanto a espectáculo, de Alonso en este su 406º Gran Premio fue la lucha rueda a rueda que mantuvo con Pierre Gasly en el inicio. El asturiano, valiente, primero defendió sobre el francés de Alpine la posición en una curva en apoyo y luego acabó rebasándole sin conceder nada, como si estuvieran peleando por algo más que no fuera divertirse. Insuficiente premio, aún así, pero al menos sirve para que Alonso ya no aparezca en la tabla de clasificación general con un 'NC' (No completado).
Por su parte, Carlos Sainz también acabó el GP de Japón, pero en una baldía 14ª posición. El madrileño, que sigue sin poder batir a Alex Albon —que sigue sumando puntos, este domingo dos más— con el Williams, sigue sin encontrar el camino. Sainz ni siquiera optó a puntuar, algo que Alonso sí, y justificó haberse quedado atrapado durante demasiadas vueltas junto a Liam Lawson, que con su 17º puesto con el Racing Bulls —tras ser devaluado de Red Bull— sigue sin demostrar nada para continuar en la parrilla. Su sustituto al lado de Verstappen, Yuki Tsunoda, tampoco mejoró su resultado previo y acabó en una pobre 12ª plaza muy lejos del ganador del día, pero con el discutido honor de ser elegido como piloto del día. Un galardón simbólico cuyo premio es tan inocuo como absurdo.
A diferencia de lo que ocurriera en ediciones más legendarias, la arrancada del GP de Japón no dejó nada de acción. Verstappen, que salió con la trayectoria de su Red Bull cruzada para evitar un eventual rebase de Norris, blando como de costumbre, fue el prólogo a lo que se vería después en las 53 vueltas restantes. La cita de Suzuka se convirtió en todo un reto para los que decidieron madrugar este domingo: regresar a la cama se hizo una alternativa más que atractiva ante semejante procesión.
El devenir procesional de las vueltas se vio cortado solo por la entrada en boxes, única en la mayoría de los casos, en la que se vio un atisbo de acción. Fue Norris el que, tras muchas vueltas detrás de Verstappen, intentó ganarle la posición en la misma línea de salida del 'pitlane'. McLaren, en una decisión estratégica cuya descripción solo puede calificarse de absurdamente poco ambiciosa, decidió que la mejor manera de atar el podio y no ir a por la victoria era copiar a Verstappen.
La falta de coraje en el muro de McLaren quedó refrendada cuando Oscar Piastri pidió paso. El australiano, con un ritmo netamente superior al de su compañero Norris, advirtió por radio que quizá podía dar caza a Verstappen. Que luego lo pudiera adelantar era un puente a cruzar más adelante, pero primero quería quitarse de encima al aún líder del equipo de Woking. No solo no se lo hicieron, sino que regalaron —por si había dudas— la victoria de manera completa a Verstappen, ya que Norris tampoco se atrevió a asomarse.
Con este resultado, Verstappen no solo regresa a la senda de la victoria, sino que se coloca a un solo punto de Norris en la general. Habrá que ver si McLaren se da cuenta de que, pese a tener el mejor coche de la parrilla, tienen al mejor piloto al acecho.
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