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david sánchez de castro
Miércoles, 23 de febrero 2022, 19:39
La nueva Fórmula 1 ha arrancado oficialmente, y para los pilotos españoles ha sido una primera jornada de entrenamientos muy productiva. El miedo que había en todos los equipos por las posibles averías que se prevén (y que llegarán) en coches totalmente nuevos hizo que ... fueran relativamente cautos. sin privarse de completar el plan previsto.
En este sentido, los pilotos más trabajadores fueron dos campeones del mundo. Max Verstappen completó la friolera de 147 vueltas, prácticamente tres veces la distancia del GP de España en Montmeló, confirmando no solo que su número 1 en el monoplaza asusta, sino que todo está en su sitio. En este sentido, es muy reconfortante para los fans españoles comprobar que la fiabilidad, que apuntaba a ser uno de los grandes problemas de Alpine, de momento es buena. El asturiano superó las 120 vueltas entre la tanda matutina y la vespertina, aunque las cifras bailaban entre 127 y 146. El motivo: un fallo de comunicación entre su coche y los boxes dio durante buena parte de la tarde que era Esteban Ocon el que estaba en el coche azul y rosa, algo que provocó que incluso desde las redes de Alpine bromeasen al respecto con un vídeo del piloto francés señalando sus supuestos tiempos en la tabla. mientras él estaba en boxes.
También fue una buena jornada para Carlos Sainz y para Ferrari en general. Con el trabajo dividido, ya que por la mañana rodó Charles Leclerc y por la tarde lo hizo él, la Scuderia dejó claro que puede ser un componente de la zona alta de la parrilla. Si bien por rendimiento a una vuelta aún no se puede leer bien, la sensación general es que el margen de mejora de la Scuderia es notable. No en vano, el monegasco marcó la vuelta más rápida de la mañana (segundo de la jornada en general), con 80 giros para él, mientras que el madrileño acabó con el tercer tiempo del día, con 73 vueltas. Lando Norris, con el McLaren, el más rápido.
Están aún a un segundo del mejor tiempo de los libres 1 del año pasado, lo que da buena muestra del rendimiento de estos coches que en teoría iban a ser más lentos, y aún hay margen de mejora. Muchos equipos dedicaron el día para ajustar piezas. Fue el caso de Alpine, que desnudó su A522 durante un rato de la mañana, o McLaren, que estuvo probando diferentes configuraciones de su fondo plano. Trabajo normal y previsto en esta primera jornada de ensayos.
Más allá de los resultados finales y de la notable fiabilidad que mostraron desde el principio de la jornada, Red Bull se llevó todas las miradas porque era la primera vez que se veía su coche completo. Tras hacer un día de filmación privado en las jornadas previas, como ya hicieron otros, la salida a pista del campeón del mundo Max Verstappen sirvió para ver en todo su esplendor el RB18. Y, como se temían sus rivales y esperaban sus fans, tiene mucha personalidad.
La imagen del Red Bull en pista levantó muchas cejas. Primero, porque los pontones (donde cada monoplaza nuevo ha apostado por una idea diferente) no son planos sobre la perpendicular del suelo, sino que forman una ondulación ascendente que a nadie se le había ocurrido. Llevados a una reducción al extremo, la obsesión del coche de Adrian Newey por intentar un efecto soplado no solo está en estos pontones, sino también en los difusores traseros con una falda semiabierta muy elevada (algo que se vio en más coches). De nuevo, como casi siempre en sus diseños, el ingeniero británico ha apostado por un 'rake' (diferencia de altura entre la parte trasera y delantera) muy exagerado.
Las miradas hacia esos pontones obligaron a compararlo con otros y, aunque con sus diferencias, Red Bull ha apostado por un camino que ya se vio en Ferrari y Alpine. Aunque de manera mucho más agresiva en el RB18, tanto el F1-75 que llevarán Carlos Sainz y Charles Leclerc como el A522 de Fernando Alonso y Esteban Ocon también dejan entrever que la reducción de los pontones puede darles buen rédito. Habrá que comprobar si esto no compromete la fiabilidad del motor, que en los tres casos está construido de forma modular.
Funcione o no, lo cierto es que la sorpresa fue mayúscula para todos. El primero, Lewis Hamilton, que apareció a primera hora en el 'pitlane' encapuchado e intentando pasar desapercibido mientras revisaba el resto de monoplazas de la parrilla. Le salió regular, porque precisamente por ir vestido de calle destacaba más sobre el resto, pero la imagen del heptacampeón mirando muy atento cómo salía el Red Bull a pista ya es una de las que más se ha comentado. No en vano, es uno de los equipos que normalmente suele brillar a la hora de buscar los límites de la normativa técnica.
Lo que ha quedado más que claro en esta primera jornada de pretemporada es que los problemas de fiabilidad que se temieron los equipos no han aparecido. Todos han completado el plan previsto con relativa normalidad (no faltaron las salidas de pista, como es lógico), pero aún quedan muchos kilómetros que dar.
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