Lluvia de suerte para Aston Martin en la clasificación de Brasil

Tras lo ocurrido en México, muchas miradas estaban puestas en Alonso. Después de una semana siendo el foco de numerosos rumores, a cada cual más alocado, la sensación de que se jugaba mucho estaba patente. Y la sesión empezó con problemas para él. La clasificación comenzó 15 minutos más tarde de lo esperado, hasta que se limpió la pista, por la presencia de clavos, tornillos y grava en la pista. De hecho, el asturiano pinchó en una de sus ruedas traseras por este motivo, aunque todo se quedó en un susto que le espoleó para marcar un cuarto mejor tiempo que, de cara al domingo, puede ser oro.

La previsión de lluvia con una alta humedad por encima del 50% hacía que muchos de los equipos se planteasen dar una vuelta rápido para intentar conseguir un buen tiempo antes de que jarreara. Aunque no acabó afectando, todos los pilotos lograron una vuelta cómoda antes de buscar más. Y es que la pista mejoró notablemente conforme avanzaban las vueltas.

El más rápido fue George Russell, que mejoró al final, por delante de Max Verstappen y de Charles Leclerc, pero con un sorprendente Nico Hulkenberg a solo 3 milésimas del crono del monegasco. El alemán sabe lo que es aprovechar unas condiciones similares para una pole, ya que lo hizo en sus tiempos en Williams.

Fernando Alonso, aunque pasó a la Q2 (y luego a la Q3, y eso ya es noticia después de las últimas carreras), lo hizo no sin sufrimiento, con una buena vuelta que le permitió marcar el séptimo crono de la tanda. Eliminados cayeron Tsunoda, Ricciardo, Bottas, Sargeant y Zhou.

Conforme oscurecía el cielo, los pilotos se agobiaron por ver cómo el peligro de lluvia se cernía sobre ellos. Hubo varios sustos, como uno protagonizado por Carlos Sainz que casi acaba contra el muro, y otros como Alex Albon vieron cómo su vuelta fue eliminada por pasarse los siempre presentes límites de la pista.

Pero como pasó en la Q1, conforme se acercaba el límite de tiempo, los pilotos mejoraron sus cronos por muy poco margen para quedarse fuera. Tanto es así que menos de décima y media permitió a Lance Stroll pasar a una inesperada Q3 que le traería alegrías. No lo lograron Hulkenberg, que se las prometía muy felices, Esteban Ocon, Pierre Gasly, Kevin Magnussen y Alex Albon.

Se hizo de noche en pleno día en Brasil, por lo que todos los pilotos tuvieron claro que el primer intento era más que probable que fuera el bueno. Con una inmensa y ominosa nube negra sobre Interlagos, Max Verstappen marcó una nueva pole, pero la noticia no estuvo en él. Ni siquiera en el segundo, un Charles Leclerc con ganas de resarcirse y confirmar que aún no ha olvidado ganar.

Lo que nadie vio venir fue el tercer tiempo de Lance Stroll. Y es que ver a Fernando Alonso cuarto en este circuito es, dentro de lo que cabe, algo asumible. La noticia del día llegó cuando la lluvia se hizo patente en la pista. La salida al verde de Oscar Piastri, con el McLaren fuera de control, y empezar a jarrear como si Noé quisiera ver en directo la Fórmula 1 fue uno. La FIA ordenó parar la sesión a falta de poco más de cuatro minutos y no reanudarla, con lo que Lance Stroll, ese piloto que sigue en competición agarrado solo a ser el hijo del dueño del equipo, se confirmaba como el tercero de la parrilla.

El equipo de Silverstone copará la segunda fila de la parrilla, superando a pilotos como Lewis Hamilton, George Russell, Lando Norris, Carlos Sainz o Sergio Pérez, que está hundido en la miseria desde hace varios fines de semana y cuyo subcampeonato peligra notablemente.