La lluvia hace su primera aparición y amenaza con lío

Disputar dos Grandes Premios seguidos en el mismo circuito implica que los equipos y los pilotos deben probar cosas distintas si quieren triunfar, y los que ya iban bien, solo deben afinar. Así, en las dos tandas de libres de este viernes se vieron a muchos ensayando con parafina, con diferentes configuraciones aerodinámicas. Incluso Pirelli también aprovechó para llevar a este Gran Premio los neumáticos de test, una suerte de derivados del compuesto C4 (que en este fin de semana serán los neumáticos medios) a partir de los cuales se fabricarán los de la próxima campaña, vitales en los nuevos coches.

Tanto con unos como con otros, Ferrari parece haber encontrado un camino ciertamente optimista. Después del pasado fin de semana, se dieron cuenta de que con baja carga aerodinámica podían paliar en parte los problemas derivados de la alta degradación. Estas pruebas se vieron refrendadas en la primera tanda, en la que Charles Leclerc y Carlos Sainz acabaron segundo y tercero, con la pista bajo el sol. Sin embargo, después, con el asfalto más frío y ligeramente más resbaladizo, no se la jugaron a buscar una vuelta buena y estuvieron afinando esa puesta a punto con diferentes configuraciones de los alerones.

Lo mejor para ellos fue ver que el compuesto blando y el medio, que van a ser los primordiales para la clasificación, les funciona. Este factor es clave: necesitan una buena clasificación ante una carrera que, si se cumplen las predicciones, puede tener lluvia. Y cuando llueve en Estiria lo hace a lo grande.

El viernes fue distinto para Fernando Alonso. Después de la carrera del pasado domingo ya se mostró un tanto irónico al considerar innecesario competir en dos fines de semana seguidos en el mismo trazado, ya que la diferencia de rendimiento será mínima. Visto que tampoco tenía muchas ganas de rodar de más, en Alpine aprovecharon para hacer debutar a Guanyu Zhou, su probador chino, en los primeros libres.

El joven canterano de Alpine dejó buenas sensaciones: al menos no se equivocó, ni se salió de pista ni tuvo ningún encontronazo. Cosa que sí le pasó, por ejemplo, a su viejo rival Nikita Mazepin. Decimocuarto puesto y mucha ilusión por parte de un piloto que vivió por primera vez la Fórmula 1 en directo en 2005, apoyando precisamente al piloto al que sustituyó este viernes.

Por la tarde fue el turno de Alonso. El piloto español, que ya se sintió cómodo el pasado fin de semana, lo hizo de igual manera en la pista algo más fría y se atrevió a mostrarse más agresivo de lo habitual. Incluso tuvo un pequeño encontronazo con Kimi Raikkonen, que no le vio por los retrovisores y le estropeó una vuelta rápida. «¡No puedo creerlo! ¿No tienen espejos estos chicos o qué?», se quejó el asturiano, que luego guardó silencio al saber que era su excompañero en Ferrari.

Más allá de este ínfimo incidente, Alonso completó un total de 34 vueltas y acabó con un óptimo octavo mejor tiempo. «Estuvo bien volver al coche esta tarde, especialmente cuando montamos el compuesto C5 (el más blando), ya que no lo tuvimos la semana pasada. Fue bueno probar algunas vueltas con ellos tanto en tanda corta como en tanda larga. Creo que todavía tenemos que trabajar para afinar la puesta a punto del coche. Con estos neumáticos, quizás, tengamos un equilibrio diferente. Fueron unos Libres 2 bastante tranquilos, hay más ritmo por venir con suerte», deseó el español.

Todo puede cambiar hoy, en función de la lluvia. si es que acaba de aparecer, que lleva dos semanas amagando sin acabar de explotar definitivamente.