Verstappen da alas a la esperanza de una carrera emocionante

Max Verstappen, quién si no, fue el que pudo acabar con el dominio de los coches negros en los libres de los viernes. El piloto neerlandés, que hasta el año pasado consideraba esta como su carrera de casa (no en balde, nació allí aunque su nacionalidad es de los Países Bajos) fue el más rápido del día en una jornada que acabó con el asfalto frío, con sólo 25ºC, lo que obligó a todos a ir con más cuidado del habitual.

El circuito de Spa es uno de los pocos del calendario que obliga a compaginar dos elementos claramente contrarios: alta velocidad y mucha carga aerodinámica. Encontrar el equilibrio entre estos dos factores antagónicos obliga a los equipos a esforzarse en compensar la carencia de uno con otro, o directamente apostar por una de las dos fuerzas contrapuestas. En este sentido, Red Bull suele dar el 'do' de pecho, aunque siempre con una mirada puesta en lo que hagan los Mercedes. Aunque este viernes se han tapado un poco, tanto Lewis Hamilton como Valtteri Bottas (que cumplía 31 años) siguen siendo los favoritos.

No obstante, pese a que en los primeros libres sí se vió el clásico orden Bottas-Hamilton-Verstappen (que sólo variaría sobre lo previsible con el británico por delante del finlandés), ver a un Renault como el de Daniel Ricciardo en la segunda posición de la tabla de tiempos da buena muestra de que este fin de semana puede saltar la sorpresa en cualquier momento. La labor del equipo francés de mejorar conforme la temporada avanza se está viendo carrera a carrera, pese a que en estos libres acabaron con un cierto regusto amargo ya que una fuga hidráulica obligó a Ricciardo a parar su coche en plena recta de Kemmel.

El buen rendimiento de los motores Renault se vio también en el resultado de los McLaren. Tanto Lando Norris como Carlos Sainz acabaron las dos sesiones entre los diez primeros, algo que por otro lado es el mínimo exigible para el conjunto británico después del pequeño bache que pasaron a principios de verano. Sainz estaba relativamente satisfecho, con un 9º puesto final que le permite tener esperanzas no sólo de entrar en la Q3 este sábado, sino de poder pelear por el 'top 10' el domingo, cuando se prevé lluvia.

«Hemos aprovechado las dos sesiones de entrenamientos para probar reglajes alternativos y algunas ideas que teníamos después de la última carrera, lo cual ha sido interesante. Nuestro ritmo ha sido competitivo y parece que estamos en la pelea por el 'top 10', pero tan sólo estamos a viernes. Los Racing Point y los Renault parece que son especialmente rápidos, de modo que, si queremos luchar con ellos este fin de semana, tenemos que seguir encontrando ritmo para mañana. Lo buscaremos esta noche, y con un ojo en el radar meteorológico», resumía el español tras la jornada, relativamente satisfecho.

Cómo han cambiado las tornas en un año. Charles Leclerc logró su primera victoria en Fórmula 1 hace un año en este mismo circuito, aunque fue un recuerdo amargo por la muerte de su amigo Antoine Hubert el día antes en la carrera de F2. En esta visita a Bélgica tendrá más que difícil repetir ese éxito.

Los Ferrari están hundidos. El SF1000 es un auténtico camión en comparación con los demás coches ya no punteros, sino de la zona media de la tabla. El resultado de ambos pilotos rojos habla por sí mismo: Leclerc finalizó 15º y Vettel, 17º. Ni velocidad, ni buen paso por curva, ni ritmo en tandas largas, ni nada que se parezca mínimamente a un rendimiento óptimo con el que esperanzarse para el resto del fin de semana. La situación en la Scuderia es crítica, lo que a las puertas de una doble visita a Monza y Mugello hace que sea aún peor.