Esperanzador comienzo de Fernando Alonso

Después de probar a primera hora de la mañana, en cuanto Verstappen bajó un poco más su carga de combustible y puso las ruedas a punto marcó un crono suficiente como para meter miedo. Apenas tres décimas le separaban de la pole de 2023, en una demostración de fortaleza inicial que tiene más de psicológico que de real. Todo queda por ver hasta que llegue el primer gran premio del Mundial la próxima semana, pero en unos test de solo tres días, mostrar pocos problemas para ser competitivo es toda una declaración de intenciones.

En este sentido, no solo el buen rendimiento del RB20 quedó patente, algo que ni siquiera los experimentos del falso autónomo del equipo, Adrian Newey, puso en peligro. Solo Lando Norris osó, por instantes, debatirle el primer tiempo de la sesión, pero apenas duró unos instantes, lo que tardó Verstappen en arrasar ese crono y meterle, de una tacada, ocho décimas.

También quedó claro que hay coches que son fiables desde el primer momento, además de rápidos. Es el caso del Aston Martin AMR24, que por la mañana llevó Fernando Alonso y por la tarde Lance Stroll. En la sesión matutina, el asturiano fue el más trabajador, con 77 vueltas en total, lo que supone casi un GP y medio, y se quedó con el tercer tiempo de la tanda. Las sensaciones en el equipo eran más que positivas, toda vez que el equipo británico sabe que el valor de estas posiciones no valen tanto como el número de vueltas dadas. Recuerdos del Vietnam que vivió Alonso en su segunda etapa en McLaren llegan al rememorar aquellos días en Montmeló en los que era incapaz de encadenar más de 10 vueltas porque el coche se rompía.

Pese a todo, hay que tomar con cierta cautela los tiempos de este miércoles. Ver a Lance Stroll más rápido que a Fernando Alonso no es lo lógico, si bien todos los que lograron los mejores tiempos por la tarde lo hicieron en esa 'hora feliz' en la que las condiciones de pista son las óptimas (baja suciedad, temperatura ideal, presión atmosférica perfecta…). En este sentido, que nadie tema un desastre por ver a Alonso en la octava posición de la tabla de tiempos.

El problema de tener a Max Verstappen con semejante ventaja es que el tercer clasificado, Carlos Sainz, está a un mundo, a más de un segundo. La diferencia entre el campeón del mundo y el madrileño es tal que parece que están en competiciones distintas, pero nada más lejos.

Lo bueno, que la vuelta rápida le sale 'fácil' a Sainz. Lo malo, que también le pasó lo mismo a Norris, que apunta a que puede ser uno de sus rivales directos. El que fuera compañero (y aún es amigo) de Sainz en McLaren comenzó la tarde con ciertos problemas que le hicieron salir con retraso a pista, pero fue un pequeño dolor de parto sin mayores complicaciones.

Ahora la gran duda que queda para los próximos días es comprobar si alguien se está guardando algo. Habida cuenta de que el hambre voraz e insaciable del tricampeón del mundo neerlandés no le permite aflojar lo más mínimo, e incluso si así fuera, ¿qué puede pasar si el rendimiento del resto no está a la altura un año más? ¿Será otra temporada en la que se vaya a vivir cada fin de semana con la sensación de que ya se sabe quién va a ganar? Muchas de estas dudas las responderá Checo Pérez cuando se ponga al volante del RB20. Si además de Verstappen también va bien él...