david sánchez de castro
Viernes, 4 de diciembre 2020
Decía Max Verstappen hace unas semanas que la ventaja competitiva con la que contaba Lewis Hamilton para convertirse en el gran dominador del campeonato estaba en el coche. El neerlandés aseguraba que cualquiera al volante del W11 era capaz de conseguir ser, al menos, firme ... candidato a pole o victoria, y por lo que se ha visto en el primer viernes de George Russell en el equipo alemán, al piloto de Red Bull le faltó añadir un condicionante: cualquiera puede ir rápido, excepto si es Valtteri Bottas.
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Sea por la presión añadida, sea porque sencillamente no se adapta a este circuito, aunque no era más que una jornada de libres, Russell sacó los colores a un Bottas mucho más curtido ya desde la primera tanda del día. El británico no sólo fue más rápido que el finlandés, al que le endosó 3 décimas en sus primeras vueltas del fin de semana al volante del Mercedes W11 y luego otras tres para abrir la brecha hasta las seis décimas en los segundos libres, sino que además lo hizo con la sensación de que aún podía mejorar más. Por el sitio, sin mayores problemas para controlar un coche que no conoce a la perfección y que le queda, literalmente, pequeño (Russell mide casi 10 centímetros más que Hamilton y eso hace que esté más apretado en el cockpit), el que ha sido piloto de Williams durante las dos últimas campañas demostró de inicio que está en condiciones para batir al veterano Bottas.
El finlandés no se encontró a gusto en ningún momento. La zona nueva de este circuito, la de arriba del segundo sector, fue un auténtico infierno para todos, dado que estaba mucho más bacheada de lo que esperaban. Sólo había que ver las cámaras subjetivas de los corredores cuando afrontaban esta variante del trazado habitual. Bottas padeció serios problemas para encontrar su sitio de inicio, aunque posteriormente acabó sintiéndose más a gusto. El teórico líder del fin de semana en Mercedes intentó sacar los galones en los segundos libres, pero fue incluso peor.
Ni una vuelta entera buena dio, constantemente sufrió para mantener el Mercedes en pista y acabó con un paupérrimo 11º tiempo y la certeza de que el chaval le ha comido la tostada nada más llegar al equipo. Sólo fue capaz de ser rápido de manera circunstancial, cuando se pasó de los límites de pista en la temida curva 8, que otros tantos también se saltaron y vieron cómo les quitaban el tiempo obtenido.
Más allá de los resultados en la tabla de tiempos, la realidad apunta a que Russell no está, ni mucho menos, lejos de Bottas. Pese a una adaptación exprés, el joven británico ya ha dejado claro que si le dan la oportunidad va a estar ahí para batir a su jefe de filas (sobre el papel), y no dejará que la teórica precaución que debe tener un recién llegado al equipo le impida arriesgarse a dejar huella. Si antes del viernes ya había muchos que apuntaban a Russell como candidato a la pole, después de la primera jornada de trabajo le ponen la vitola de favorito, aunque se espera que Bottas recupere la compostura a tiempo y le ponga las cosas difíciles.
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El que quiere pescar en este río revuelto es Max Verstappen. El neerlandés fue, de nuevo, la alternativa a Mercedes, aunque esta vez se quedó tras Russell y no tras Hamilton como casi siempre. El Red Bull es un monoplaza que se adapta a la perfección a este corto trazado (la vuelta de la pole rondará los 52 segundos, como mucho) y sabe que en las circunstancias de tensión en el equipo campeón le benefician.
Por mucho que Bottas se sienta defraudado por su actuación, bien puede sentirse satisfecho de contar con un coche que le garantiza posibilidad de remontar en carrera si es que no le sale redonda la pole. Otros, como Ferrari, no pueden decir lo mismo.
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Charles Leclerc no pudo dar ni una vuelta cronometrada en los segundos libres por la rotura de un palier de su motor. Su compañero Sebastian Vettel sí rodó, pero en varias ocasiones fuera de la pista: dos trompos, uno de ellos en las mismas narices de Kevin Magnussen, marraron sus opciones de hacer una buena jornada.
Tampoco fue el día para Carlos Sainz. Tanto él como Lando Norris mostraron una preocupante falta de competitividad, y en el caso del madrileño una avería en el sistema de sincronización de su caja de cambios, lo que le dejó sin margen. El madrileño completó el día en 10ª posición, justo delante de Bottas, y el británico en 17ª, sólo por delante de un Leclerc sin tiempo y los novatos Pietro Fittipaldi con el Haas y Jack Aitken con el Williams.
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