Alonso asienta su estrategia y Sainz ilusiona

En un 'paddock' muchísimo más tranquilo que en otras ediciones en el Circuit de Barcelona-Catalunya por la ausencia de público e invitados, Alonso pudo pasear con cierta soltura y solvencia para trabajar en un viernes más que, para él, es una jornada mucho más vital que para otros. Los problemas para entender de nuevo el comportamiento de los neumáticos Pirelli que tanto han cambiado desde que se fue han convertido los libres en obligados para conseguir rendimiento. Ya se vio en Portimao y repitió el guión en Barcelona: primera sesión de libres centrado en los duros, probando los blandos sólo para adaptarse a la pista, y en la segunda, al revés.

Las sensaciones no pudieron ser más positivas. Como en Portugal, Alonso acabó en un quinto que bien podría situarse en un libro constitutivo: ya es ley que Alonso acabe en esa posición si las cosas van bien. Bien lo firmaría el domingo, aunque para ello necesita tener un buen sábado y no volver a tener los problemas que le lastraron. Hay que leer este viernes en su contexto, no obstante. Es más probable que Alonso esté más cerca del décimo que del quinto conseguido con relativa comodidad en la sesión vespertina de ayer. Ni los McLaren ni los Red Bull estuvieron arriba, y al menos estos últimos presentarán batalla sí o sí a los Mercedes, dominadores con relativa solvencia.

Más allá de las previsiones, Alonso estaba más que contento por los datos obtenidos. «Ha sido un buen viernes. En las dos sesiones nos concentramos en las pequeñas mejoras que hemos metido en el coche para este fin de semana y hemos conseguido buena información sobre los neumáticos y la configuración. En general, estoy satisfecho con nuestro trabajo y creo que el equilibrio del coche es bueno, así que me da confianza para mañana. Veamos dónde estamos para la clasificación», analizó escuetamente.

Todos los equipos centraron las dos tandas en entender bien los neumáticos blandos, medios y duros, pero Ferrari fue el que realizó el programa más especial. Lo visto en Portimao, que les costó un mejor resultado en el caso de Carlos Sainz, no se puede volver a repetir y por eso hicieron casi todos sus ensayos con los neumáticos medios. De hecho, no llegaron a usar los blandos más que en momentos puntuales y sin hacer ensayos largos de carrera.

Las altas temperaturas que se registraron en los termómetros del trazado catalán dejaron bien claro que el calor va a ser un factor a tener en cuenta. Las líneas tan características del 'blistering', las ampollas que aparecen en los laterales de la banda de rodadura cuando se descompensa el calor con respecto a lo previsto, aparecieron en muchos monoplazas, especialmente en los que llevaron compuestos más blandos hacia el final de la segunda sesión. El 'graining' también, aunque este fue en menor medida. Para evitarlo, en Ferrari planificaron el viernes para ensayar bien con el compuesto medio, que es el que quieren que sea el reinante tanto para la Q2 como, por lo tanto, para el primer 'stint' de carrera. El resultado fue un tercero para Charles Leclerc y un octavo para Carlos Sainz, aunque este sin buscar una vuelta buena y con un ligero desajuste en el equilibrio que le lastró. 'Peccata minuta'.

«Fue un día alentador para nosotros. Desde la primera sesión hemos visto que la pista tenía un buen agarre y esto nos ayudó a encontrar el equilibrio para controlar mejor la parte trasera. Tanto Charles como yo estamos muy contentos», resumió el madrileño al final del día. Queda por ver si tanto los coches rojos como los azules son capaces de asentarse en la zona alta, especialmente cuando Red Bull y McLaren muestren sus cartas. Lo que está claro es que, con estas sensaciones, el público que en otras ocasiones habría llenado las gradas se hubiera ido a su casa muy ilusionado.