'Checo' Pérez se estrena con Red Bull en un inaudito GP de Azerbaiyán

El mexicano estrenó su palmarés con Red Bull con una victoria memorable, fabricada con el traje de escudero y rematada con un espadazo de primer caballero. 'Checo' ha despejado de un plumazo todas las dudas de quienes dudaban de él como segundo piloto y ayudante de Max Verstappen, que pese a acabar esta cita de Azerbaiyán contra el muro tras un grave accidente a 300 km/h puede darse satisfecho con el resultado final.

Y es que 'Mad Max' se pasó de optimista en esta carrera. En la vuelta 31 vio cómo Lance Stroll se iba contra el muro por un peligroso reventón del neumático trasero izquierdo, por no querer entrar antes a 'boxes'. Pirelli ya quedaba retratado con este incidente, pero cuando restaban cuatro vueltas para el final, el gran golpe de guión: a Verstappen le pasaba exactamente lo mismo. La diferencia es que él era líder destacado, tenía a Pérez detrás sujetando a Lewis Hamilton y parecía que iba a ser un final razonablemente tranquilo.

El enfado con el que Verstappen regresó a 'boxes' tras su abandono era evidente. A Hamilton le bastaba con acabar en esa segunda posición heredada para rebasarle en la clasificación del Mundial, y en una temporada tan igualada como esta, eso podía haber sido determinante. Sin embargo, los hados de la Fórmula 1 no están dispuestos a que el heptacampeón se pasee hasta su octavo Mundial.

Hamilton, que no había podido con Pérez en las 49 vueltas previas (tampoco en 'boxes', donde Red Bull volvió a dar el 'do' de pecho y Mercedes volvió a 'pechear'), vio el cielo abierto cuando Michael Masi decidió que a falta de dos vueltas lo lógico no era dar por finalizada la carrera, sino sacar una bandera roja y reanudarla una vez se retirasen los trozos del Red Bull accidentado.

Tiene su sentido: Verstappen había abandonado después de pasar la meta y por normativa tenían que haber contado la clasificación de la anterior. Dicho de otro modo: le habrían dado la victoria, pese a que no había siquiera acabado. Para preservar algo similar a la justicia deportiva, decidieron que, aunque fueran dos vueltas, se debía reanudar la prueba desde una nueva parrilla: Pérez en la nueva pole, Hamilton segundo, Vettel (sí, Vettel) tercero, Gasly y Leclerc detrás. La batalla por la gloria iba a estar entre los dos primeros. Una victoria del heptacampeón y la pesadilla de Verstappen se consumaría. Una del mexicano y Red Bull salvaría los muebles.

Lo que nadie contaba es que Hamilton se equivocase como lo hizo. Una salida impecable, pero sobreexcitada: se fue largo en la primera curva. Adiós a la victoria, al segundo y a los puntos. Sus lamentos por radio fueron todo lo contrario en el lado de Red Bull y, de paso, en Aston Martin con un Vettel que quería reivindicarse. Ellos dos aguantaron sin problemas, dando por buenos el primero y el segundo, pero no así Leclerc y Gasly, que se 'zurraron' hasta los últimos metros. Tras ellos, Lando Norris y uno de los grandes protagonistas de esta relanzada: don Fernando Alonso Díaz.

Fernando Alonso había tenido una carrera gris hasta ese parón. Los problemas con los neumáticos duros que ya lleva padeciendo toda la temporada le estaban pasando factura, cuando el accidente de Verstappen le abrió la puerta a un intento final. Ya había montado neumáticos blandos para un stint final en el que jugársela en pista, pero con el reinicio lo dio todo. Total, ¿qué podía pasar? ¿Que no puntuase?.

Y ahí salió el Alonso de las grandes ocasiones. En la recta hasta la primera curva se quitó de encima a Daniel Ricciardo y a Carlos Sainz, cuya gris actuación en este Gran Premio quedó lastrada por una salida de pista muy similar a la del sábado. Desde ese momento, su objetivo fue minimizar los daños, con un octavo que sabe a muy poco y le sirve de cura de humildad tras el buen hacer del resto del fin de semana.

Alonso, mientras Sainz penaba, se quitó de encima al novato Yuki Tsunoda y con el sexto puesto en el bolsillo se encaminó con una sonrisa hasta la meta. La actuación del español es buen premio después de varias citas complicadas. Ahora toca descansar, porque en dos semanas arranca en Francia el primer triplete de este apasionante año.