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david sánchez de castro
Lunes, 21 de diciembre 2020, 19:27
Pese a un año de pandemia como este, Carlos Sainz y su patrocinador personal Estrella Galicia se han negado a privar a la prensa del ya tradicional 'Christmas Karting', un día en el que, por unas horas, son los periodistas quienes se visten de pilotos. ... Antes de los piques, siempre divertidos, entre los plumillas, se cumplió con el preceptivo encuentro y preguntas al madrileño, que hizo un balance positivo en su buen 2020 deportivo y se mostró ilusionado con su futuro inmediato de rojo.
Para Sainz ha sido un año inolvidable, y sin entrar en detalles, sí recordó cómo fue el confinamiento en el que tuvo de todo menos tranquilidad. Hasta el 15 de mayo cuando se confirmó su incorporación a Ferrari, fueron semanas de llamadas, reuniones telemáticas, mails, firmas. Su representante Caco (su primo), su padre, su madre y hasta sus hermanas se involucraron al 100% en ayudar a Sainz a atar su futuro con Ferrari. «Mi equipo y yo no nos aburrimos durante la cuarentena porque había que hablar de muchas cosas y tratar muchos temas», admitía el madrileño, sonriente.
El futuro es brillante, pero sabe que ha dejado una familia atrás. De McLaren sólo le salen buenas palabras. «Me llevo muchos amigos de McLaren. Estuve esta semana con ellos para despedirme, y fueron momentos difíciles y emotivos. Me llevo eso de McLaren. Son un equipo increíble de personas y sin duda que irán hacia arriba», destacó en general, y apuntó en particular a Zak Brown, el CEO y para Sainz, el «máximo responsable del resurgir» de los de Woking. «Tengo una relación con él muy especial, pero si te fijas los fichajes que ha hecho, como Andreas Seidl o James Key. se merece mucho crédito de lo que ahora mismo McLaren está teniendo», afirmó.
Pero McLaren ya es el pasado y el futuro se llama Ferrari. Unos días antes de este encuentro con la prensa, Sainz conoció a sus ingenieros y mecánicos de la sede de Maranello, donde aún no sabe si se mudará o cómo lo hará por las dudas que hay sobre la evolución de la pandemia. El viernes fue una jornada única, en la que ya por fin se vistió de rojo. aunque no tuvo ningún espejo delante. «Vi las fotos a la vez que vosotros, cuando se publicaron en las redes sociales. Era un mono rojo totalmente, sin patrocinadores, pero ya ajustado de mi talla. Ahí es cuando me empecé a dar cuenta», admitía, antes de confesar una anécdota. «Se me olvidó llevar el casco y me prestó el suyo Marc Gené. Puedo decir que el primer día que me subí a un Ferrari fue con el casco de Marc (risas). Fue un día especial que seguro que no voy a olvidar nunca».
Sainz tiene una sana costumbre, muy valorada por sus técnicos: lo pregunta todo. Por eso salió un poco fastidiado el viernes de Maranello, porque apenas le dio tiempo a enterarse de todo lo que quisiera. «Sinceramente me dio mucha rabia. Siempre que vas a una fábrica de Fórmula 1 es para hacer preguntas y admito que me pongo muy pesado, pero tuve que firmar unas cosas y conocer a mucha gente. No me dio tiempo a hacer preguntas técnicas. En enero volveré y haremos alguna llamada de teléfono para seguir investigando», prometió.
Entre esas llamadas tiene pendiente una con alguien que le puede contar un poco más de los entresijos de Ferrari: Fernando Alonso. El asturiano, con el que volverá a verse en 2021, le puede indicar cómo moverse por los pasillos de Maranello, una sede con tantas intrigas palaciegas como la corte de Felipe II. «No he tenido esa conversación con Fernando, pero la tendré, claro. Dicho esto, yo creo que Ferrari ha cambiado mucho desde 2014 y el equipo de entonces tiene muy poco que ver con el de 2021. La Fórmula 1 cambia. Escucharé atentamente, pero las personas han cambiado bastante. Lo que no ha cambiado es el espíritu, la afición y seguro que Fernando tiene anécdotas que contar que quiero escuchar y de las que quiero aprender», destacó, sobre un piloto que será uno de sus grandes rivales. «Renault ha hecho tres podios este año, dos de Ricciardo y el de Ocon. Fernando en ese coche puede hacer todo lo que ha estado haciendo Ricciardo o más. Si Renault sigue dando con la tecla y sigue yendo hacia delante, espero que esté más arriba. A Fernando como a mi le preocupa más el 2022, cuando haya ese reseteo de marcas. Ahí es cuando debemos tener esa oportunidad», recordó el madrileño.
Aún sin fecha para ese test con el coche de 2018 en Fiorano, Sainz se ha lamentado públicamente por la reducción de la pretemporada, que a efectos prácticos le dejará un día y medio para adaptarse al coche de SF21 antes de la cita de Australia. «Claro que va a afectar negativamente a mi preparación», admite. «Este año, con coche nuevo, volante y feeling nuevos, en el mejor de los casos, si no hay mal tiempo o una avería. un día y medio de coche. Los pilotos que cambiamos de equipo lo vamos a notar en las primeras carreras. Vamos a intentar reducir el periodo de adaptación al máximo, pero decir que vas a llegar al 100% a la primera carrera es imposible con un día y medio de test», se quejó al respecto.
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