DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
MADRID
Jueves, 13 de agosto 2020, 13:12
Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero también que Carlos Sainz no podía acabar en un equipo grande y en 2021 pilotará para Ferrari. La llegada del 'gran circo' al Circuito de Barcelona-Cataluña para la disputa un año más del Gran Premio ... de España (¿la última?) coincide con un momento en el que Sainz se encuentra en una encrucijada.
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La mala suerte ha acompañado al español en las primeras cinco carreras, unida a una mala adaptación al nuevo coche. Mientras Lando Norris no padece demasiado más que algunos altibajos puntuales, para Sainz está siendo un comienzo de temporada complicado y que tiene su punto flaco en boxes, donde tres pifias le han mandado lejos de los puestos de honor en cinco pruebas.
Su visita a Montmeló este año será muy distinta. No habrá la 'grada 55', que ya se ha convertido en una tradición moderna, en la que cientos de fans hacían rugir sus gargantas para mostrar su apoyo al español. La pandemia que se ha llevado por delante cientos de miles de vidas en todo el mundo está poniendo a prueba al deporte mundial y su vinculación con los fans, que tendrán que conformarse con ver desde la televisión lo que en otros años era un viaje inexcusable. Sainz se siente obligado a devolverles parte de ese apoyo, y para ello debe asegurarse de que los problemas vistos en las dos carreras en Silverstone no se reproduzcan.
Más allá del fallo en boxes de la última cita, lo cierto es que McLaren dio un paso atrás en las dos pruebas en el viejo aeródromo de la RAF. Sólo sumaron doce puntos, los de Lando Norris, con dos dolorosos ceros para Sainz, con el pinchazo en la primera carrera y el problema con la tuerca en la segunda. Sin perder de vista estos dos contratiempos, los pilotos de McLaren tuvieron serias dificultades de competitividad en Silverstone. El ritmo de carrera no fue bueno, el rendimiento en clasificación tampoco (Sainz se quedó fuera de la Q3 el pasado fin de semana por primera vez en 2020) y el resto de rivales siguen apretando. Si la zona alta está dominada por Mercedes con puño de hierro, en la zona media hay una igualdad extrema, en parte también motivada por el pobre rendimiento de Ferrari y, en concreto, de Sebastian Vettel.
«La competencia a nuestro alrededor es feroz y parece que se ha dado un paso adelante, por eso nos duele perder tantos puntos en las anteriores carreras, pero estamos concentrados en nosotros mismos y sabemos que debemos seguir presionando», se resignaba Sainz, en declaraciones ofrecidas por su equipo. A su favor tiene la estadística: el Gran Premio de España es, junto al de Mónaco, el único que ha disputado en todas las temporadas que ha corrido en F1 y en el que ha puntuado siempre. Su mejor resultado aquí fue el sexto puesto de 2016, aún con Toro Rosso, y aspira, al menos, a igualarlo este fin de semana.
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Por arriba se volverá a ver una lucha entre los de siempre. Después del repaso estratégico que les dio Red Bull, Mercedes tratará de regresar a la senda del dominio absoluto para asegurarse que no van a tener sustos de aquí a final de temporada. Lewis Hamilton es líder destacado y lo seguirá siendo cuando acabe el fin de semana (tiene 30 puntos de ventaja sobre Max Verstappen, segundo en la clasificación general), pero su hambre por éxitos y estadísticas le hace seguir queriendo brillar. Además, este fin de semana puede tumbar otro récord de Michael Schumacher: el de piloto con más podios en la historia de la Fórmula 1. El pasado fin de semana igualó los 155 del 'kaiser' y sería toda una sorpresa si no alcanza el número 156 el domingo.
Racing Point, que está en el ojo del huracán y es objeto de protestas de varios equipos de la parrilla (todos menos los que tienen vinculación con Mercedes, presente o futura), recibió este jueves a primera hora una buena noticia. Sergio Pérez, que estaba en aislamiento desde que pisó Gran Bretaña, ha dado negativo en el test de coronavirus al que le sometieron el miércoles y volverá al asiento del RP20 que estos dos fines de semana anteriores pilotó Nico Hülkenberg. El alemán ha vuelto a su casa, pero estará en alerta por si tiene que volver al equipo de los coches rosas… o a cualquier otro.
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