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DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
MADRID
Lunes, 18 de mayo 2020, 12:47
Si una persona despertase de un coma después de seis meses, posiblemente alucinaría con la sociedad que tiene ante sí. Si además fuese aficionado a la Fórmula 1, quizá pediría que le volviesen a dormir porque no entendería absolutamente nada. Campeonato suspendido, Sebastian Vettel ... sin asiento, Carlos Sainz en Ferrari, Daniel Ricciardo en McLaren… y falta la guinda.
Días antes de que se desataran las mareas del mar de fichajes en el 'gran circo', Fernando Alonso ya advertía que tenía sus planes deportivos claros para 2021. Supiera o no lo que iba a pasar por delante, lo cierto es que esa noticia pasó relativamente desapercibida hasta que Vettel y Ferrari partieron peras y sucedió lo que sucedió. La concatenación de sucesos ha derivado en una posibilidad que hace no tanto parecía impensable: la vuelta del bicampeón del mundo a la Fórmula 1.
Alonso está más cerca hoy que ayer de regresar al campeonato donde se convirtió en leyenda. Las cartas le han ido saliendo favorables, aunque no exactamente ganadoras, y todo se está colocando de forma que el sueño de muchos fans se haga realidad. «Fernando está motivado. Un año fuera de la Fórmula 1 le ha sentado bien, se ha desintoxicado, le veo más sereno y está listo para regresar». Estas palabras son de Flavio Briatore, quien fuera jefe de Alonso en su época más dorada en la competición. El magnate italiano fue, precisamente, el máximo responsable del equipo donde ahora puede ir Alonso. Otra vez.
Él mismo abre esa puerta de vuelta a su zona de confort, ahora que ha conocido otros campeonatos que no descarta. «Tengo una idea en la cabeza, pero el próximo reto que haga va a ser al máximo nivel porque estoy listo al 100% para ello. Volveré al Dakar en un futuro, pero a corto plazo, en los dos, tres o cuatro años siguientes, siento que estoy a un nivel físico y de motivación muy muy grande y quería centrarme en una categoría máxima del automovilismo, quizás en la vuelta a la F1, al WEC o la IndyCar», dijo a los alumnos de la Escuela Real Madrid de la Universidad Europea.
Fernando Alonso siempre ha dicho, desde el mismo día que anunció que no iba a correr en 2019, que volvería si tenía sitio en un coche competitivo. La edad, 39 años cumple en julio, tira de él hacia la retirada definitiva de sus sueños en la Fórmula 1 (que no en otras competiciones), lo que a la vez limita mucho sus posibilidades.
Antes de que el coronavirus disparase a bocajarro a las aspiraciones de ver cualquier competición, el 2021 estaba marcado a fuego por todos los fans, ingenieros, periodistas, pilotos y expilotos de Fórmula 1. Iba a llegar la gran revolución normativa que iba a cambiar de arriba abajo el 'gran circo' y reconvertirlo en una disciplina mucho más igualada, emocionante y competitiva. La Covid-19 no sólo ha obligado a paralizar este 2020, sino que además ha retrasado un año la entrada de dichas normas.
Este factor juega muy en contra de las aspiraciones de Alonso. O eso era hasta ahora. De optar a correr en Mercedes o Ferrari, su sueño, ahora tendrá que conformarse con Renault, si consigue un acuerdo para volver a la fábrica de Enstone. En su hogar se refugió en el impás entre el abrupto 2007 y su llegada a Ferrari, por lo que ahora sería una tercera época. Y como ocurrió en 2008, se encontraría a una Renault que está muy lejos de ser competitiva.
La resolución a este enigma no se conocerá hasta verano, según admitió el propio Alonso. Quedan muchos flecos que cortar, muchos cabos que atar y muchas negociaciones que emprender. Lo único palpable es la ilusión que ha despertado este rumor entre los aficionados, que sueñan con ver a Sainz en Ferrari enfrentándose a Alonso en Renault.
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