David sánchez de castro
Madrid
Domingo, 13 de diciembre 2020, 18:57
En los prolegómenos de una de las carreras más anodinas de la temporada, la emoción del día la puso Fernando Alonso al volante del Renault R25, el monoplaza que ha devuelto el alarido de los V10 a un circuito de Fórmula 1 quince ... años después. Todos, desde Lewis Hamilton hasta el último mecánico, vibraron por último día con las vueltas del asturiano, que no pudo acabar con unos trompos en la recta por las limitaciones que habían metido en este coche de museo.
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«Ha sido increíble, un privilegio», resumía el bicampeón español, enfundado en su histórico mono de 2005. «Se siente muy diferente a los coches modernos. Puedes tirar cada vuelta sin recargar baterías, sin ralentizar para nada. Es carrera pura. El sonido es diferente y se siente un coche muy ligero. Me trae muy buenos recuerdos de cuando estaba en el coche hace 15 años. No puedo pilotar lento este coche, es algo natural tirar cada vuelta. Espero que podamos usarlo más veces en el futuro», deseó el asturiano.
El futuro se llama Alpine, el nombre que adoptará el equipo a partir de ahora. Alonso está expectante ante el nuevo reto. «Quiero agradecerle a Renault estos años y doy la bienvenida a Alpine. Nuestra cabeza y concentración está en el año que viene. Tenemos que mantener el foco», finalizó, a dos días de subirse al R20 para los test de jóvenes pilotos.
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