Cristina Gutiérrez exprime su Mitsubishi Outlander para escalar dos posiciones en la clasificación general

Planteada como un bucle en torno a Wadi Al-Dawasir, el punto más al sur del itinerario de este año, la octava especial servía para retomar el tránsito por pasos montañosos, sobre todo al inicio del recorrido. Mucha variedad de nuevo en esta jornada y, tras discurrir por un enorme páramo arenoso, donde los pilotos podían rodar cerca de 50 km con el acelerador a fondo, la especial concluía con una nueva sucesión de dunas. Sobre la etapa, Cristina recordaba que «en esta especial de la octava etapa, la protagonista ha sido la arena, había muchas dunas. Se trataba de una arena bastante blanda, con lo que era muy fácil cometer errores. Al principio me ha costado un poco coger el ritmo, pero intentábamos ver que todo estaba en orden, después de los problemas que tuvimos ayer. Está claro que en el Dakar siempre pasan cosas y no hay dos días iguales».

La expedición partirá rumbo noreste en la jornada del martes para rodar en dirección a Haradh, donde concluirá la novena etapa de la carrera. Una larga jornada al volante, con 891 km en total y una especial de 415 kilómetros.