Cristina Gutiérrez, ante su reto más ambicioso

La «reina del desierto», como ya se la conoce en su tierra, Burgos, y su copiloto, Pablo Huete, ya han podido confirmar la dureza de esta nueva edición en el primer test que deben pasar los coches, el shakedown, antes de dirigirse a las verificaciones técnicas y administrativas. «Desde que llegamos llevamos unos días de preparativos sin parar. El día 1 recogimos el coche en el puerto y hoy hemos pasado las verificaciones. Ayer estuvimos probando el coche en el shakedown y estamos muy contentos con el test: el coche funcionó a la perfección y nos sentimos bien y muy cómodos. En el propio shakedown ya hubo un abandono, pinta un Dakar duro. Tengo muchas ganas de volver a ponerme al volante el próximo domingo», comentó la española, que portará el dorsal número 336.

Desde que acabara la pasada edición del Dakar, Cristina y Pablo han estado preparando este gran reto junto a su equipo Mitsubishi y los especialistas franceses de Sodicars, responsables del desarrollo y evolución del Mitsubishi Eclipse Cross con el que ambos de enfrentarán a una competición que les ha sido propicia en sus tres participaciones anteriores. Las mejoras introducidas en el coche fueron recientemente validadas por todo el equipo en unos tests llevados a cabo en Marruecos: «hemos reducido pesos casi hasta el límite; los hemos distribuido de otra forma para conseguir mayor estabilidad y velocidad, más adaptado al territorio nuevo. Se ha pensado todo para ser más competitivos, estamos muy satisfechos», comenta la piloto española.

Cristina Gutiérrez se convirtió en 2017 en la primera mujer española en alcanzar la meta en la categoría de coches, firmando el puesto 44º. Los dos años siguientes las cosas no hicieron más que mejorar, terminando 38ª y 26ª. Ahora, se enfrenta de nuevo a la carrera más dura del automovilismo mundial y lo hace con precaución, si bien se muestra entusiasmada con el cambio de escenario. «Esperamos un Dakar con muchos cambios en las clasificaciones, muy diferente», y añade: «el mayor cambio es que no todo va a ser desierto. La primera parte nos irá mejor a los 4x4, porque en pista vamos más rápido, si bien la segunda cambiará y probablemente veamos cambios en las clasificaciones.»

Tras su era en el continente africano, donde se disputó entre 1978 y 2008, y su periplo sudamericano, que abarcó el periodo entre 2009 y 2019, el Dakar aterriza en el país más grande de la península arábiga, lo que supondrá una dificultad añadida para todos los participantes, que se adentran en territorio desconocido «con muchas dunas y mucha arena» como superficies protagonistas en la edición de este año.

El Rally Dakar 2020 partirá desde Yeda el próximo 5 de enero. En total se disputarán 12 especiales, totalizando 5.000 kilómetros contra el crono dentro de un itinerario que alcanza los 7.500 km. Está previsto que la carrera concluya en Qiddiyah el próximo 17 de enero. La jornada de descanso llegará en el ecuador de la prueba, el 11 de enero en Riad.

Como novedades reglamentarias más importantes este año están que en al menos cuatro etapas la organización distribuirá el roadbook en las horas previas a la disputa de la especial, para igualar fuerzas entre los equipos con más medios y los menos poderosos, o la introducción de una parada obligatoria de 15 minutos en el transcurso de las especiales, para el avituallamiento o el descanso de los pilotos.