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Guillem Hidalgo (coLPISA / AFP)
PARÍS
Domingo, 30 de diciembre 2018, 22:27
Croacia está de moda. Este 2018 el mundo entero ha pasado de largo de las costas y atracciones turísticas de este país de la antigua Yugoslavia para centrarse en la definitiva explosión de los deportistas croatas, que consiguieron alcanzar la final del Mundial de ... fútbol y levantar el Balón de Oro y la Copa Davis de tenis.
Y es que el deporte de Croacia llevaba tiempo avisando de algo grande (sin ir más lejos, su selección masculina de waterpolo es la vigente campeona del mundo) pero no ha sido hasta este año cuando ha sumado varios éxitos en competiciones muy mediáticas y quién sabe si puesto la primera piedra de un futuro todavía más glorioso.
Los triunfos del país balcánico suponen un importante espaldarazo a su modelo deportivo, aunque sus ligas nacionales continúan siendo escasamente competitivas a nivel internacional.
No levantaron la copa pero sin lugar a dudas el éxito más comentado fue la disputa de la final del Mundial de fútbol, que tuvo lugar de junio a julio en Rusia. El equipo arlequinado no partía como favorito a pesar de que el seleccionador, Zlatko Dalic, contaba con Luka Modric, pieza clave del Real Madrid ganador de tres Champions consecutivas, el barcelonista Ivan Rakitic o el juventino Mario Mandzukic. Pero Croacia, una fija en las fases finales de los Mundiales y las Eurocopas, venía de caer en la última cita europea en 2016 contra Portugal en octavos de final y en la fase de grupos en Brasil 2014. Y accedieron al torneo de Rusia a través de la repesca, tras ser superados por Islandia en la ronda de clasificación.
Pero una vez comenzó la competición, un pletórico Modric asumió el liderazgo y Croacia pasó con un pleno de victorias -incluido un 3-0 a Argentina- a las eliminatorias, en las que se deshizo, por este orden, de Dinamarca y Rusia en penaltis y de Inglaterra, en semifinales, en la prórroga. El milagro croata sólo pudo ser frenado por Francia en una final que terminó 4-2.
Los jugadores fueron recibidos en Zagreb como si hubieran ganado el título y Modric se llevó el premio a mejor jugador del torneo, iniciando una gira de distinciones individuales que continuó con el premio a mejor jugador de la UEFA y el The Best de la FIFA para culminar en el prestigioso Balón de Oro a principios de diciembre en París.
Pocas semanas antes de que Modric levantara el Balón de Oro, la selección de tenis se cobraba la revancha futbolística contra Francia en territorio galo. Liderados por Marin Cilic (número 7 del mundo), Croacia sumó la segunda Copa Davis de su historia al ganar 3-1 en Lille. Un triunfo simbólico, pues es la última 'Ensaladera' que se entrega en el formato tradicional, ya que en la edición de 2019 entra en vigor la remodelación organizada por el grupo empresarial Kosmos del futbolista Gerard Piqué.
Jugando en casa, el país balcánico ganó sin necesidad de llegar al quinto partido a Canadá en octavos y a Kazajistán en cuartos. En semifinales el joven Borna Coric dio el triunfo a los suyos contra el estadounidense Frances Tiafoe en un agónico partido que llegó al quinto set.
La final, sin embargo, fue más fácil. En la tierra batida del estadio Pierre-Mauroy, bajo techo, Cilic se llevó sus dos partidos individuales y Coric el suyo para hacer inútil el intento de remontada francés con su victoria en el dobles contra Ivan Dodig y Mate Pavic. Con este trofeo el tenis croata reverdeció los laureles de 2005, edición en la que Ivan Ljubicic y Mario Ancic estrenaron el palmarés al derrotar a la anfitriona Eslovaquia en la final por 3-2.
El buen hacer deportivo de Croacia va más allá del 2018 y del tenis y el fútbol. Su selección de balonmano atesora oros olímpicos y mundiales, Dario Saric (Minnesota Timberwolves) y Bojan Bogdanovic (Indiana Pacers) lideran el grupo de croatas que puebla la NBA y en los Juegos Olímpicos de Río 2016 se colgaron diez medallas, la mitad de oro.
Pero la fuerza de los croatas está en el agua. Terceros en el Europeo de este año celebrado en Barcelona, la selección de waterpolo es la actual campeona del mundo, desde que vencieron a la local Hungría en el Mundial 2017 en Budapest. Su medallero acumula otro título mundial (2007) y también un oro olímpico, en Londres 2012, que no pudieron revalidar en Río de Janeiro al perder en la final 7-11 contra Serbia.
Las dos próximas citas importantes de los waterpolistas croatas pasan por Asia. En 2019 tendrán la opción de volver a ganar el oro en el Mundial de Gwangju (Corea del Sur), mientras que en Tokio 2020 buscarán proclamarse de nuevo campeones olímpicos.
Vista su progresión de los últimos años es posible que, para cuando acabe la cita olímpica, el dorado 2018 ya no sea el año más importante en la historia del deporte croata.
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