«Hemos vuelto», el grito de guerra de Aranda de Duero que regresa a Asobal

Dos meses muy duros en los que la entidad se ha visto obligada a realizar un ERTE, pero en los que no han dejado de trabajar para confeccionar un proyecto de cara a la próxima temporada, haciendo frente a la incertidumbre de lo que depararía la actual crisis. La buena noticia llegaba este lunes, cuando la Real Federación Española de Balonmano anunciaba que la Liga Asobal no registrará descensos, pero sí admitirá los dos equipos que ascienden de División de Honor Plata, por lo que la máxima categoría pasará a tener 18 conjuntos compitiendo. Uno de estos equipos es el cuadro ribereño, que como segundo clasificado de la liga regular ha logrado el ascenso.

Pero, aunque no haya celebración sobre la pista, ni cánticos atronadores en el pabellón, la noticia del regreso a máxima categoría que el equipo se ha labrado sobre la pista, ha sido una inyección de energía para los arandinos que constituyen una afición envidiable. Esos «amarillos incondicionales». Durante el 2019 los arandinos habían vuelto a ilusionarse, a volcarse con el equipo desde la grada viendo cómo escalaba hasta la segunda posición de la tabla. Aranda volvía a creer. Y de qué forma. No importa que la crisis haya sesgado las celebraciones tradicionales, este martes el club ha convocado a socios y aficionados a compartir en redes sociales imágenes celebrando el ascenso y a colgar bufandas y camisetas del Villa de Aranda en sus ventanas y balcones.

La entidad ya había anunciado varias renovaciones, empezando por el entrendor Suárez, y los jugadores Megías, Matheus, Guilherme, Javi García y Elustondo y adelanta que continúa trabajando para cerrar una plantilla de cara a la próxima temporada en Asobal, por lo que todavía queda camino por recorrer, mercado por explorar y renovaciones del actual equipo por anunciar.

En 2012, los ribereños vivieron algo similar pero en otro escenario completamente diferente, tras la fase de ascenso de Cangas y el debut en Asobal con la desaparición de Portland San Antonio. Esta etapa duró cinco temporadas, los mejores años en lo deportivo de la historia de este club, que demostró lo lejos que se puede llegar con ilusión, esfuerzo y con el apoyo de una gran masa social detrás. Pero hubo muchas alegrías antes de aquella etapa en la máxima categoría y los arandinos respaldaron siempre a su equipo, igual que en estas temporadas de travesía por la Plata. Porque el Príncipe de Asturias es el bastión de los amarillos y así lo demuestra la afición en cada partido.