El VRAC impone su ley ante un sólido UBU Bajo Cero

A la vista del desarrollo de las últimas jornadas se preveía un encuentro muy disputado en los campos de pepe Rojo. Y el guión se cumplió línea a línea desde los primeros compases, con un VRAC intentando dominar las diferentes fases del juego y un UBU Bajo Cero perfectamente plantado sobre el césped.

Eso sí, el choque comenzó con dominio vallisoletano. El conjunto local, uno de los 'gallitos' de la categoría, quería jugar con calma sus fases, buscando el hueco por el que percutir en busca de la línea de posado. Sin embargo, el orden de los hombres de Juan González anuló cualquier atisbo de internada por parte del VRAC, que a pesar de ganar todos los empujes y las touche en los primeros minutos, fue incapaz de romper las filas burgalesas.

Así, la única alternativa que encontró el conjunto vallisoletano para materializar su tímida superioridad llegó a través de un golpe de castigo ejecutado con maestría por Carrió desde su casa (3-0).

Tras esa primera anotación, el UBU Bajo Cero terminó de espabilar en aquellas facetas en las que peor rendimiento estaba ofreciendo y empezó a discutir el dominio vallisoletano en las touche y las melés. Unas melés, por cierto, increíblemente disputadas durante todo el encuentro.

Además, los hombres de Juan González comenzaron a tejer con mayor solvencia sus transiciones ofensivas, aunque la defensa del VRAC anuló todas las opciones burgalesas por esa vía. El partido, básicamente, avanzaba entre choques, empujes y disputas enconadas entre dos equipos con la maquinaria defensiva perfectamente engrasada y que ofrecían pocas concesiones.

El Quesos Entrepinares, que se estrellaba una y otra vez contra la férrea zaga gualdinegra, volvió a encomendarse al acierto de Carrió en los golpes de castigo para abrir brecha en el marcador en el minuto 27 (6-0), pero Weersma no tardaría en responder con su misma medicina para que el UBU Bajo Cero recortara diferencias (6-3).

El partido estaba siendo muy disputado y, por momentos, trabado, con muchos desequilibrios en la melé y fases de juego interrumpidas por recuperaciones de unos y otros. Ese fue, sin duda, el gran leitmotiv de un encuentro en el que las defensas le ganaron la batalla a los ataques y en el que el UBU Bajo Cero no concedió ni una sola oportunidad de carrera en todo el primer tiempo.

El 6-3 con el que arrancó la segunda mitad hacía prever un desenlace muy ajustado, y poco tardaron ambos equipos en consolidar esa idea, manteniendo el guión desplegado hasta el momento, con una máxima igualdad sobre el verde del Pepe Rojo. Es más, en el 57, el conjunto burgalés, incapaz de romper las líneas rivales, consiguió empatar el choque con otro buen golpe de castigo de Weersma (6-6).

Con aquella igualada en el marcador se abrió un nuevo escenario en Valladolid. El desgaste físico comenzó a hacer acto de presencia y el VRAC salió vencedor. Tras 60 minutos sin opciones de ensayo, el conjunto vallisoletano posaba por primera vez el oval tras culminar una melé en zona peligrosa, aunque Carrió marraba una patada muy escorada. Apenas diez minutos después, y en una jugada calcada, el VRAC terminaba de encarrilar el choque con otro ensayo de Bay (16-6).

Aunque el UBU Bajo Cero lo intentó en los últimos compases, el equipo local mantuvo su concentración defensiva, impidiendo al cuadro burgalés obtener, al menos, el bonus defensivo. Sea como fuere, el cuadro gualdinegro puede presumir de haber plantado cara al líder de la liga, que continúa su camino invicto.