Sufrida y trabajada victoria del Recoletas

Victoria trabajada y sufrida, pero victoria al fin y al cabo. El Recoletas Burgos Caja Rural tiró hoy de oficio para sumar un triunfo frente a La Vila en un partido muy trabado e igualado, en el que los burgaleses, a pesar de no mostrar su mejor versión, supieron reaccionar tras una mala primera mitad. La férrea defensa desplegada durante el segundo tiempo y un par de chispazos ofensivos permitieron dar la vuelta al marcador cuando el partido ya moría y garantizar una victoria que, a tenor de lo visto en Villajoyosa, vale su peso en oro.

El partido pareció ponerse de cara para el Recoletas en los primeros compases, en los que el equipo gualdinegro jugó bien a la mano y se mostró firme en el empuje. Dos touch consecutivas en zona de 22 sirvieron para que el cuadro burgalés presionara a La Vila y anotara su primer ensayo con un posado de Agustín Gil transformado con calidad por Dorigón.

Apenas se habían disputado cuatro minutos de juego y el Recoletas se ponía por delante. Pero poco le duraría la alegría al conjunto gualdinegro. Y es que, a partir de ahí, se vio superado por La Vila en una primera parte muy intensa, competida y, por momentos, nerviosa, en la que los alicantinos fueron de menos a más y acabaron dominando el oval y el marcador.

Primero fue Pandelo el encargado de recortar diferencias con un golpe de castigo en zona franca (3-7) y, tras varios minutos de pelea por cada posesión, el exgualdinegro Ignacio Caini ponía por delante a La Vila tras un multitudinario maul que acabó con posado (8-7).

A pesar de que aquel ensayo no obtuvo transformación en el posterior pateo, el conjunto alicantino ya se había puesto por delante en el marcador, circunstancia que pareció dar alas a su juego. La concentración defensiva del equipo local permitió anular cualquier atisbo de anotación por parte del Recoletas, lastrado por varios errores puntuales.

Por esa vía, de hecho, llegó el segundo ensayo de La Vila. En el 31, y tras varias fases ofensivas, Santiago Di Prima cazaba el oval escorado a la izquierda, aprovechaba la indecisión de los defensores, rompía la línea y corría en solitario hasta la zona de anotación. Instantes después, Pandelo mandaba la patada a palos y ponía el 15-7 en el marcador.

Ya en los últimos compases de la primera parte, el Recoletas pareció despertar del letargo y presionó con fuerza a La Vila, atacando los espacios y moviendo el oval con criterio. Sin embargo, la férrea defensa alicantina desbarató por dos ocasiones las posibilidades de alcanzar línea de anotación y el cuadro burgalés se marchó al descanso con un sabor amargo, sintiendo que su rival estaba mucho más fino en los detalles.

No obstante, el paso por vestuarios pareció sentar mejor al Recoletas, que regresó al terreno de juego con mayor intensidad en todas las facetas, imponiendo su fuerza en el empuje y manteniendo la concentración en todas las fases.

Así, los gualdinegros repitieron el guion de la primera parte, presionando en zona de 22 en los primeros compases y ganando metros poco a poco. Apenas dos minutos después de la reanudación, los burgaleses asentaban un buen maul tras touch que acabó en posado Agustín Gil y transformación de Dorigón.

El cuadro gualdinegro, mucho más intenso en el empuje, acababa de reducir las diferencias a la mínima expresión (14-15), lo que abría otro escenario totalmente diferente. Un escenario marcado por la intensidad, los nervios y la falta de continuidad en el juego de unos y otros. Y es que, ni La Vila ni el Recoletas parecían ser capaces de encadenar fases ofensivas en un partido dominado por las defensas.

Ese escenario, de hecho, se prolongó durante buena parte de la segunda mitad. Ni uno ni otro parecían ser capaces de encontrar el espacio, y las pocas jugadas que alcanzaban zona de 22 acababan siendo desbaratadas por el rival.

Sin embargo, era el Recoletas el que parecía proponer más, sobre todo a través del empuje. Las melés acabaron siendo terreno gualdinegro, y a fuerza de intentarlo, el conjunto burgalés consiguió el premio.

No fue fácil, eso sí. En el 69, Iñaki Mateu no conseguía encontrar palos en un golpe de castigo que hubiera significado la remontada, pero lejos de venirse abajo, los gualdinegros siguieron presionando en zona peligrosa hasta que en el 75 consiguieron al fin encarrilar el choque. Una melé ejecutada a la perfección, con una magnífica salida del oval, permitió a Rascón encarar la línea de anotación con metros, quebrar a sus rivales y encontrar el camino al ensayo. Una vez más, Iñaki Mateu no consiguió encontrar palos en la transformación, pero aquel ensayo acabó siendo definitivo para que el Recoletas sumara una nueva victoria.

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