El Recoletas derriba el muro de la Santboiana

Gabriel de la Iglesia

Burgos

Domingo, 23 de marzo 2025, 14:16 | Actualizado 17:57h.

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El Recoletas Burgos Caja Rural cosechó hoy una sufrida y trabajada victoria frente a la Santboiana en un partido muy disputado en el que el conjunto catalán exhibió un gran rendimiento defensivo y que se resolvió con un pateo de Guille Mateu con el tiempo ya cumplido.

Empezó mandando el Recoletas con un golpe de castigo desde su casa de un Guille Mateu que acabaría siendo protagonista. Apenas se habían disptuado 3 minutos de juego y el cuadro burgalés se ponía por delante, pero poco más pudo hacer en una primera mitad en la que la Santboiana dio un recital defensivo.

Cierto es que al cuadro catalán le costaba romper también las líneas burgalesas, en un contexto de juego trabado y falto de continuidad en las fases de uno y otro, sin embargo, las sensaciones que transmitía la Santboiana eran de más claridad de ideas. Y eso a pesar de que por dos veces fue incapaz de empatar con sendos pateos de Soto que no encontraron palos.

Sí los encontró a la tercera el propio Soto, que en el 18 empataba el choque. Aquellos fueron minutos de máxima igualdad, en los que unos y otros parecían jugar a base de arreones sin premio. El Recoletas dio un paso al frente y comenzó a enlazar fases ofensivas. Sin embargo, varios errores no forzados y la férrea defensa del cuadro catalán impidieron cualquier atisbo de anotación. De hecho, los zagueros locales salvaron hasta dos ensayos gualdinegros en la misma línea en la primera mitad.

A partir de esa solvencia defensiva, la Santboiana fue ganando peso poco a poco y en el 31 conseguía posar el oval. Lo hacía Chambers, que aprovechó una mala entrega burgalesa para recuperar en zona peligrosa y marcharse a la carrera en solitario hasta la línea de anotación. Soto no fallaba la transformación y el cuadro catalán se ponía siete arriba (10-3) sin que el Recoletas fuera capaz de recortar antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, y con la entrada al verde de varios jugadores de refresco, el Recoletas pareció dar un paso al frente. La entrada de Tani Bay aportó mayor dinamismo a las fases ofensivas del cuadro burgalés, que poco a poco fue ganando presencia en campo contrario.

Sin embargo, la Santboiana seguía bien plantada en todas sus líneas y el férreo marcaje impuesto sobre los burgaleses conseguía anular sus esfuerzos ofensivos.

No obstante, el escenario de partido era otro y el choque acabó ganando en interés y nervios a medida que avanzaban los minutos. En el 56, el Recoletas ejecutaba un gran maul tras una touch y conseguía, al fin, posar el oval, pero Guille Mateu fallaba la transformación y el cuadro burgalés no conseguía igualar (10-8).

Apenas unos minutos después respondía la Santboiana. El cuadro catalán recuperaba el oval tras una mala entrega de los burgaleses y Jorba se lanzaba a la carrera para alcanzar una patada a seguir. La zaga burgalesa no conseguía agarrar la pelota y el propio Jorba se lanzaba un autopase más propio del fútbol para alcanzar la línea de anotación y posar sin mayores apuros. La buena noticia para los gualdinegros fue que Sota, muy errático en el pateo durante todo el choque, no conseguía transformar el ensayo (15-8). Esa circunstancia acabaría siendo determinante a la vista de la igualdad que reinaba en el sintético de Santboi.

De hecho, poco tardó el Recoletas en responder de nuevo con otro ensayo, en este caso de Casteglioni, que culminaba una trabajada jugada ofensiva de su equipo. Guille Mateu encontraba palos y ponía el empate de nuevo en el electrónico (15-15).

El partido se había vuelto completamente loco y acabaría resolviéndose en un final de infarto. Massoni volvía a adelantar a los suyos con otro ensayo, pero Soto volvía a fallar la transformación. Y en el 74 el Recoletas se ponía por delante en el marcador por primera vez en el encuentro merced a un ensayo muy trabado de Sacovechi y una transformación de Guille Mateu (20-22).

Quedaban seis minutos de juego y la Santboiana se fue al ataque con todo en busca de la victoria. Una victoria que acarició con la punta de los dedos después de que Soto, esta vez sí, encontrara palos con un golpe de castigo que se antojaba decisivo (23-22).

Sin embargo, al final hubo tiempo para la épica. En la última jugada del partido, con el tiempo ya cumplido, el árbitro señalaba golpe de castigo por una acción en el rack. Guille Mateu asumió la responsabilidad, acomodó el oval y lo pateó entre palos. El árbitro pitó el final y el Recoletas respiró tranquilo tras conseguir una victoria muy sufrida.