El Recoletas UBU se hace con el derbi regional

Y es que el equipo dirigido por José García quiso reencontrarse con la victoria ante su afición por la vía rápida. En una mañana desapacible, los burgaleses salieron dispuestos a calentar a los suyos a base de buen juego y puntos. Los primeros pudieron subir al marcador apenas al minuto y medio de comenzar el derbi, tras una patada de castigo lejana por retención del oval que no pudo transformar Carriedo.

Pero este solo fue el primero de los avisos del cuadro amarillo, que en el minuto seis ya inauguró su cuenta anotadora con otro golpe de castigo lanzado a palos. El Recoletas Burgos Universidad de Burgos salió muy concentrado al partido, encimando al VRAC que, aunque defendía de manera ordenada en estos primeros compases del encuentro, no se terminaba de sentir cómodo sobre el verde.

Fruto de la presión de los locales, que buscaban la línea de fondo con ahínco, llegó el primero de los ensayos, decretado en esta ocasión por el colegiado al considerar que Pablo Gómez había placado a un hombre sin balón, lo que supuso la amarilla para el jugador quesero y el ensayo de castigo para el Recoletas. De esta manera la brecha en el marcador se abría hasta el 10-0.

Pero el Recoletas quería más, y en el minuto 18 una jugada entre Juan Diego Zabalegui y Pablo Rascón en el que se jugaron el oval en un tuya-mía finalizó en otro ensayo para el cuadro local en las manos de Rascón. El VRAC se desangraba en San Amaro y daba la sensación de que los burgaleses llegarían hasta donde ellos quisieran. Una vez más, Tomás Carrió no falló en su pateo y cerró la jugada colocando el 17-0 en el electrónico con todo por jugar.

La defensa del Burgos se convirtió en una pesadilla para los vallisoletanos, que vieron cómo subían metros y tapaban la progresión del oval, anulando así cualquier intento de jugada que les acercara a la línea de fondo. La efectividad de la zaga una y otra vez hacía caer en los queseros en los mismos errores que permitían a Carrió afinar la puntería. Dos nuevos puntapiés de castigo prácticamente seguidos dejaba el 23-0 cuando no se había consumido la primera media hora de juego.

Pero los vallisoletanos, aunque desafortunados, no dejaban de intentarlo y la fe les hizo conseguir inaugurar su marcador antes del descanso. Fue gracias a una jugada larga y trabada en la que buscaron la espalda de los burgaleses para que Álex Alonso sumara el ensayo visitante. Baltazar Taibo consumó la transformación y con el 23-7 concluyó la primera parte.

La segunda parecía que iba a ser un paseo plácido para los locales, pues nada más reanudarse el encuentro Juan Diego Zabalegui sumó un nuevo ensayo. Una buena acción de Nicolás Herreros, en la que gestionó bien la ventaja de los burgaleses, dejó a Juan Diego Zabalegui con posibilidades de anotar el ensayo y este no la desaprovechó. Quien tampoco tampoco desaprovechó una nueva oportunidad fue Tomás Carrió que dejó el que parecía 30-7 definitivo tras lograr una nueva transformación.

Era el minuto 46 de encuentro y todo indicaba que los locales no sufrirían para sumar una nueva victoria. Y así parecía que iba a ser hasta el minuto 72 cuando los vallisoletanos revolucionaron el partido. Baltazar Taibo se convirtió en el protagonista de esta revolución al conseguir anotar un ensayo tras una buena jugada de la línea de tres cuartos y su posterior transformación que daba algo de luz a los vallisoletanos (30-14).

A pesar de ello, la distancia todavía era amplia y el Recoletas no quería dejarse llevar. Sin embargo, la tarjeta amarilla a Tomás Carrió dio alas a los visitantes, que llevados en volandas por Baltazar lograron un nuevo ensayo apenas cinco minutos después. El propio Baltazar transformó el lanzamiento a palos (30-21).

El partido, totalmente loco, era una apuesta a la desesperada de los visitantes por lograr puntos para obtener el bonus defensivo, pero acechando el resultado final. A falta de tres minutos cerca estuvieron los visitantes de cortar el aliento a la parroquia burgalesa que contaba con los puntos en su casillero. Un ensayo de Thierry ponía en 30-26 con algunos minutos por jugar, pero el colegiado de la contienda, tras conversar con su asistente, decidió que este ensayo no subiera al marcador al considerar que el oval se le había adelantado al jugador quesero.

Sin embargo, sí llegó ese nuevo ensayo pucelano. Lo hizo, eso sí, con el tiempo ya cumplido y a manos de Stokes junto a la transformación de Taibo que dejó el 30-28 en el marcador justo antes de que el árbitro decretase el final de la contienda. Así, los burgaleses del Recoletas lograron un triunfo justo por lo visto en el césped a pesar de la revolución a la que sometieron al encuentro los vallisoletanos en los últimos 15 minutos.