Recoletas, finalista de la Liga tras una trabajada victoria ante El Salvador

Los dos equipos abrieron la semifinal con mucho respeto. Ninguno de los dos tuvo miedo a las defensas, pero se vio pronto que El Salvador apretaba con más insistencia. En el primer golpe de castigo a favor del Chami, los vallisoletanos intentaron el disparo a palos, en el centro del campo, muy centrado, pero el oval, pateado por Santi Ortega, se fue por un lateral.

Y en el minuto 8, Fernando Romanos obtuvo el primer ensayo tras una gran maul a la salida de una touche por parte de los visitantes. Santi Ortega no consiguió rematarlo con la transformación (0-5). Se notaban los nervios y la presión en el verde. Recoletas cometía demasiados errores y de ello se aprovechó el Chami.

Pero los errores también se repartían. El Chami falló en defensa y le costó el ensayo de Tani Bay, en el minuto 13. Transformó Tomi Carrió y puso el 7-5 en el marcador.

Un nuevo golpe de castigo a favor de Aparejadores llevó a Tomi Carrió a conseguir el 10-5; una patada lejana, desde la línea 40, muy centrada que fue suficiente para colocar un resultado justo en el ecuador de la primera mitad.

La defensa burgalesa era un muro en la línea de 22. Incluso también más cerca de la línea de marca. Ese enorme trabajo en defensa tratando de parar a un enorme John Wessel Bell, del Chami, que sin embargo no pudo atacar en condiciones por el gran placaje de Tani Bay.

En la reanudación no empezaron bien las cosas para los gualdinegros. Un error en la entrega en un ataque de los burgaleses le permitió robar el oval a John Wessel Bell. Se recorrió todo el campo para logar un ensayo en una carrera que no pudo parar nadie de los locales. La transformación de Santi Ortega dejó en 10-12 el marcador.

En la jugada siguiente El Salvador salvó sobre la línea de marca el ensayo burgalés que tomó la iniciativa tras verse por detrás en el marcador. Pero la defensa vallisoletana era realmente efectiva. En dos ocasiones más pudo ensayar Burgos y los chamizos supieron montar su retaguardia y evitar la marca de los locales.

Aparejadores salvó un ensayo del Chami por un avance irregular de los vallisoletanos. Los burgaleses lo estaban pasando realmente mal porque El Salvador estaba desplegando un juego espectacular.

José García y José Basso movieron el banquillo para dar más aire a un equipo que estaba pasando por los peores momentos; y el equipo se recompuso un poco. Carrió pidió tirar a palos en un golpe de castigo provocado por los locales. Con el oval en el centro del campo, el pateador del Recoletas Caja Rural puso por delante (13-12) a su equipo, en el minuto 55.

Un golpe de castigo transformado por Carrió (16-12) en el minuto 73 obligaba a El Salvador a jugarse todo a una carta e intentar el ensayo porque un golpe de castigo no le servía para nada. Aparejadores se hizo fuerte e impuso su oficio para evitar que el marcador se moviera.

Burgos disputa su tercera final esta temporada ante el VRAC, pero esta vez juega con el público de su lado porque se jugará en San Amaro la próxima semana.