El Recoletas Burgos vapulea a Complutense Cisneros en San Amaro

El encuentro disfrutaba de una alternancia de golpes entre uno y otro conjunto hasta que, tras el paso por vestuarios, un extraordinario ensayo de Tani Bay unido a dos buenos puntapiés de Zabalegui abrieron brecha en el marcador y noquearon a los madrileños, que vieron como Tomás Carrió -que cuajó una actuación estelar en el choque- se ensañaba en los minutos finales para culminar el imponente triunfo burgalés.

Arrancaba el partido en San Amaro con ambos conjuntos imponiéndo un ritmo alto. Mucha intensidad en la defensa burgalesa y dinamismo a la hora de mover el balón por parte de un Cisneros decidido a asaltar el feudo burgalés.

Enfrente, el Recoletas se plantaba de nuevo en casa para seguir alargando su buena racha, afianzar su hueco entre los puestos de play-off y continuar su escalada hacia los puestos altos de la tabla.

Corría el minuto 5 cuando Zabalegui inauguraba el marcador con un golpe de castigo perfectamente ejecutado por el centro de la H que sumaba los tres primeros puntos para los locales.

Poco tardo el equipo madrileño en devolver la igualdad en el conteo. Un error en la recepción del saque hizo ganar muchos metros a los colegiales, una ventaja que aprovechó Gonzalo Vinuesa previo golpe de castigo por fuera de juego de Rascón.

Continuaba empujando el cuadro gualdinegro para adelantarse en el marcador y, precisamente por la potencia de su delantera, logró sumar el primer ensayo del choque tras un maul después de una touche que no pudo frenar el Complutense Cisneros.

Zabalegui no falló en la conversión y el Recoletas puso tierra de por medio (10-3) para adelantarse en el marcador. Percutían por el sector izquierdo los de José García ante la solida defensa por el centro de unos visitantes que buscaban seguir enganchados al partido.

Un golpe de castigo transformado por el internacional español Gonzalo Vinuesa permitió a los madrileños recortar distancias (10-6) y dio el punto de confianza necesario a los colegiales para igualar fuerzas con los burgaleses.

El partido entró en una fase de mucha pugna pero sin peligro de anotación en ninguno de los costados del campo. No fue hasta el minuto 25, ya pasado el ecuador de la primera mitad, cuando el conjunto castellano volvió a agitar el tanteo con un nuevo golpe de castigo de Zabalegui (13-6).

La intensidad dominaba sobre el verde del Bienvenido Nieto mientras ambos quinces medían fuerzas para intentar hacerse con el oval y cuajar una buena jugada que les permitiese anotar.

Con la media hora sobrepasada en el cronómetro del partido, Vinuesa comenzó a desequilibrar la balanza a favor de Cisneros con dos acciones que voltearon la situación a favor de los visitantes.

En el minuto 31, la conversión de un golpe de castigo por parte del 10 azul acercaba a los madrileños (13-9) en el marcador. Apenas tres minutos después, de nuevo la calidad con el pie de Vinuesa servía el oval en bandeja a su compañero Vessuri, que lanzó la carrera en el flanco izquierdo y completó el primer ensayo de Cisneros para poner por delante a los visitantes (13-14).

La tarjeta amarilla por falta reiterada que Santoro mostró a Rubén Sanz en el 39 dejaba a los burgaleses con un menos hasta el descanso y la transformación del puntapié de castigo por parte de Vinuesa ahondó aún más en la herida de los locales (13-17).

Pero el Recoletas no estaba por la labor de irse por debajo en el marcador a los vestuarios. Encorajinado, otra maul similar a la del comienzo del partido, esta vez desde el flanco derecho, permitió desatar su poderío a los locales, que lograron convertir otro ensayo de la mano de Alejandro Suárez para teñir la ventaja en el conteo de gualdinegra.

La posterior transformación del 10 local elevó el 20-17 con el que el colegiado del encuentro indicó el camino de los vestuarios y sirvió a los burgaleses para dejar claro que San Amaro es una de las plazas más complicadas del campeonato, incluso con un jugador menos.

La salida de vestuarios sentó mejor a los madrileños que a los gualdinegros, que aún mantenían la desventaja numérica y vieron como un golpe de castigo en los primeros instantes de la segunda mitad ponía de nuevo las tablas en el marcador (20-20)

Una mala patada de Cisneros al borde de la línea discontinua de ensayo a punto estuvo de permitir la anotación burgalesa, que presionó a los colegiales para impedir la salida del balón y finalmente, al filo del minuto 50, logró su objetivo.

Una buena acción de Tani Bay, que había entrado al choque en el descanso, permitió a Tomas Carrió lanzar la carrera en la derecha del ataque gualdinegro y, ahora sí, sumar cinco puntos más al haber de Recoletas Burgos para reconquistar la ventaja (25-20).

La alternancia volvió a apoderarse del partido y ambas escuadras intentaban desarmarse sin éxito en un partido donde el oval no tenía dueño. Hasta que Tani Bay se hizo con él.

Una primera carrera con picardía para sacar rápido estuvo a punto de convertirse en ensayo del 22 gualdinegro que ya avisaba que había salido al partido con ganas de liarla.

En el minuto 62, el medio melé argentino encontró un hueco en la férrea zaga madrileña e inició una imparable carrera desde casi la mitad del terreno de juego con la zona de ensayo de Cisneros entre ceja y ceja.

La potencia del 22 burgalés fue dejando atrás rivales madrileños que nada pudieron hacer para evitar que pusiese el 30-20 en el marcador y abriese de nuevo brecha en el marcador para el Recoletas Burgos.

Zabalegui en la transformación y posteriormente en un puntapié de castigo dilató aún más la distancia para poner una contundente diferencia de 15 puntos (35-20) a favor de los locales.

Noqueado, Cisneros vio como en apenas diez minutos se le escapaba definitivamente el partido después de que Tomás Carrió lograse anotar su segundo ensayo del encuentro a cinco minuto del final para doblar la ventaja burgalesa en el conteo (40-20).

Zabalegui hizo su trabajo en el pateo a palos y acumuló dos tantos más a la cuenta del Recoletas para culminar un severo castigo para los colegiales en tierras castellanas que cerraba el choque en San Amaro.

Cuando todo parecía encaminarse al final, Tomas Carrió leyó la circulación madrileña al filo del 80 para robar y recorrer todo el campo para sumar su tercer ensayo del choque que, con la conversión de Zabalegui, culminó una auténtica paliza del cuadro burgalés a Complutense Cisneros para exponer de nuevo sus credenciales para, al menos, luchar el título en los play-off.-