El Recoletas Burgos Caja Rural impone su ley en San Amaro

El choque comenzó disputado y con el intercambio ofensivo previsto hasta que, tras dos golpes de castigo consecutivos transformados por Carrió y una tarjeta amarilla a Iker Korta, el partido se rompió a favor de los burgaleses, que destaparon el frasco de la esencia del oval con un juego combinativo excelente que tradujo en 30 puntos de ventaja al descanso.

Tras verse superado en los primeros cuarenta minutos, el cuadro vasco tiró de garra y metió el miedo en el cuerpo a los gualdinegros merced a dos ensayos seguidos. Pero los de José Basso no estaban por la labor de echar por tierra lo conseguido en la primera mitad y replicaron por medio de Boronat y Rocaries para cerrar el choque con victoria burgalesa.

Cincuenta y cinco segundos. Eso es lo que tardó el Recoletas Burgos Caja Rural en inaugurar el conteo en San Amaro con el primer ensayo de la mañana obra de Iñaki Mateu tras un buen movimiento del oval de derecha a izquierda para anotar los primeros puntos del partido. Carrió completó la jugada y el 7-0 subió al marcador ante un AMPO Ordizia que llegaba a Burgos con varias bajas de peso en su quince titular.

Quería reaccionar con rapidez el cuadro vasco, que intentó ganar terreno en campo gualdinegro ante los de José Basso, que mantenían la línea sólida a distancia de la zona de ensayo. Mujika encontraba los palos en un golpe de castigo para poner los primeros puntos en la cuenta de los de Federico Gallo. Poco le duró la alegría a los visitantes.

Apenas un minuto después, un error de los ordiziarras en la recepción del saque burgalés permitió a los locales adentrarse en la zona de la línea de 22. En esas, el gran capitán gualdiengro, Tomás Carrió, apareció desde atrás para, tras un genial amago, colarse sin oposición y ampliar cinco puntos más la distancia en el marcador (12-3).

Intenso e igualado y con mucho potencial ofensivo como se preveía, el partido estaba apretado y nadie conseguía destacarse. A este pequeño despunte en el conteo respondió AMPO Ordizia con una estupenda jugada en la que los de Federico Gallo encontraron la carrera de Victor Gabin, que entró como cuchillo en mantequilla caliente en la línea burgalesa para quedarse solo y dar la réplica del ensayo local.

Mujika transformó para llevar el 10 al conteo vasco. Y ahí secó Burgos la producción atacante visitante. Los de José Basso se pusieron en modo supercampeón y el partido comenzó a romperse. Dos golpes de castigo consecutivos de Carrió pusieron más tierra de por medio en el marcador (21-10) antes del recital que tenían reservado los locales a la parroquia gualdinegra.

Una tarjeta amarilla a Iker Korta por avant terminó de enterrar las esperanzas de AMPO Ordizia en la primera mitad y facilitó las combinaciones burgalesas. Así, con un excelso juego a la mano por parte de los locales, Sacovechi, Rascón y Facundo López tradujeron en puntos el vendaval ofensivo que durante un cuarto de hora frenético arrolló a los guipuzcuanos.

Salió con fuerza el equipo de Federico Gallo, consciente de la premura por recuperar distancia en el conteo para intentar pelear el partido. Por su parte, los de José Basso se mostraban contundentes en defensa y desbarataban cada intento ordiziarra de avanzar hacia la zona de ensayo.

La persistencia vasca tuvo su éxito tras la entrada de Asier Hernández, que con superó la línea con un pateo y aprovechó un inoportuno resbalón de Rocaries para marcharse como un sputnik y recortar distancias en el conteo (40-17). El Recoletas Burgos no quería conatos de rebeldía y se lanzó, como ya hizo en la primera parte, a contrarrestar el ensayo visitante. Pero esta vez no le salió.

AMPO Ordizia siguió percutiendo por el flanco izquierdo tras la gran entrada en el partido de Asier Hernández y, tras un golpe de castigo sacado rápidamente, Julen Goia con el ensayo y Mujika con la transformación, acortaban aún más la diferencia en el marcador.

El fulgurante inicio guipuzcoano estaba teniendo más recompensa que todo el desempeño en la primera mitad y estaba dando vida a un partido que parecía decantado en el paso por vestuarios. Además, una tarjeta amarilla a Iker Aduriz en el minuto 60 parecía avivar la llama de la remontada visitante. Pero los gualdinegros no iban a permitir que se extendiese el incendio.

Con un hombre menos sobre el campo, Facundo López encontró el oval en la línea de 22 de AMPO Ordizia para encontrar a su izquierda la incorporación de Vicente Boronat, que sumaba el primer ensayo burgalés de la segunda mitad para mitigar la reacción visitante.

Tres minutos después, fue Fede Castiglioni el que halló un enorme agujero en la defensa guipuzcoana para colarse y ceder a Nico Rocaries para que Carrió exitinguiese por completo los efectos del arreón de los vascos.

A partir de ahí, con algo más de diez minutos por delante, el cuadro vasco continuó intentando percutir ante los burgaleses sin éxito y, con un fugaz arreón final incluido, finalmente entregó las armas ante un Recoletas Burgos Caja Rural superior en líneas generales que, además, se llevó el bonus ofensivo del encuentro.