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La nadadora María Vilas, antes de una prueba. Reuters
María Vilas, exitoso regreso al agua tras salir de la «burbuja»
Campeonas que inspiran

María Vilas, exitoso regreso al agua tras salir de la «burbuja»

La gallega, agobiada por la exigencia de la alta competición, estuvo dos años alejada de la piscina después de Río 2016

Amador Gómez

Madrid

Martes, 26 de noviembre 2019, 00:36

María Vilas vuelve a disfrutar de la piscina y el mar. Tras sufrir una depresión después de los Juegos Olímpicos de Río 2016 y estar dos años alejada del agua, agobiada por la exigencia de la alta competición, la joven nadadora gallega consiguió ... salir de la «burbuja» en la que estaba encerrada y acaba de tener un exitoso regreso. El pasado 17 de noviembre conquistó la medalla de oro en el Nacional de Invierno, en el 800 libre -después de ganar la plata en el 400 estilos-, en el que ha sido «el mejor campeonato» de su vida, que concluyó «con el podio más guay de siempre», con ella en lo más alto y su gran amiga y compañera de club Bea Gómez en el segundo escalón. María Vilas obtuvo así en Gijón las mínimas en ambas distancias para el Europeo de Glasgow en piscina corta que se disputará entre el 4 y el 8 de diciembre, aunque no estará en la ciudad escocesa, ya que ha renunciado por tener una concentración de aguas abiertas en Brasil con Ana Marcela Cunha, campeona del mundo.

Después de tantísimo sufrimiento y de llegar a odiar la piscina, María Vilas, nacida en Riveira (La Coruña) hace 23 años, está ahora centrada en luchar por la plaza olímpica en aguas abiertas para los Juegos de Tokio 2020, pero no quiere dejar de lado la piscina, por la que recuperó el gusto hace un año. «Lo más complicado es que la cabeza vaya al mismo ritmo que sus resultados, para que no se asuste y que no quiera ir cada vez a más, porque podemos volver a caer en el pasado», reconoce su entrenadora, Luisa Domínguez. Se refiere a los ataques de ansiedad que padeció María Vilas en las semanas previas a los Juegos de Río, tras conseguir las mínimas para la anterior cita olímpica, porque el deporte era su única vida las 24 horas del día y no soportó la dureza mental del alto rendimiento.

Tras terminar decimonovena en Río, tanto en 800 libre como en 400 estilos, se instaló en el CAR de Madrid, pero en los entrenamientos no dejaba de llorar y se veía empujada a huir del agua y a encerrarse en su habitación. Ya había sido tratada por una psicóloga y entonces decidió dar un giro radical. Se trasladó a un piso y comenzó a trabajar en un Decathlon, «para saber y sentir la realidad de lo que es la vida». «Quería, sobre todo, salir de la burbuja del deportista de alto rendimiento», admite la joven nadadora gallega que cuando era una adolescente, con 19 años, se marchó al CAR de Sant Cugat para participar en el programa de entrenamientos de Fred Vergnoux, técnico de Mireia Belmonte. No tuvo miedo a abandonar su tierra y su familia y el centro de tecnificación de Pontevedra en busca del sueño olímpico. Hasta que tras cumplir el objetivo de clasificarse para participar en unos Juegos y conquistar posteriormente un histórico bronce en la prueba de 1.500 en el Europeo de Londres 2016, con la catalana plata, explotó.

Rompió tras la cita olímpica con todo y, en un mundo muy diferente al deporte de élite, poco a poco volvió al agua y a recuperar la ilusión por la natación, ya sin verse sometida a la presión que la atenazaba, sino por diversión. En el verano de 2018 decidió que era el momento de regresar y tras adelgazar casi diez kilos, comenzó a ponerse en forma, hasta firmar una evolución que la ha llevado de nuevo a ganar medallas y a tener incluso opciones de estar en Tokio en aguas abiertas. En febrero buscará en Doha la clasificación para el Preolímpico de mayo, pero mientras llega el momento, María Vilas, ejemplo de resistencia y lucha, ahora sí es feliz.

Las claves:

-Traslado al CAR de Sant Cugat. En septiembre de 2015 dejó la familia y el centro de tecnificación de Pontevedra para entrar en la disciplina del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat y ponerse a trabajar a las órdenes de Fred Vergnoux, entrenador de Mireia Belmonte.

-Primer billete olímpico. El 20 de marzo de 2016 se clasificó para los Juegos de Río en 400 estilos, al terminar segunda en el Campeonato de España disputado en Sabadell, sólo superada en la prueba por la gran estrella de la natación española.

-Segunda mínima para Río. El 19 de mayo de 2016 también sacó el pasaporte para los Juegos, en el 800 libre, tras ser cuarta en la distancia en el Europeo de Londres. Rozó la tercera medalla, pero se le escapó en los últimos metros ante la eslovena Tjasa Oder.

-Medallista europea. El 27 de mayo de 2016 conquistó un histórico bronce en el 1.500 libre en una final en la que solamente cedió frente a la húngara Boglarka Kapas y Mireira Belmonte. Firmó un tiempo de 16:01.25 en una especialidad que está fuera del programa olímpico.

-Nueva vida en Madrid. Tras los Juegos de Río abandonó el grupo de Vergnoux y Mireia y se marchó al CAR de Madrid, para después abandonar por completo la natación y ponerse a trabajar en unos grandes almacenes.

Palmarés destacado

  • 2019 Campeonato de España. Oro. (800 libre).

  • 2019 Campeonato de España. Plata. (400 estilos).

  • 2016 Europeo. Bronce. (1.500 libre).

  • 2013 Juegos Mediterráneos. Plata. (400 estilos).

  • 2012 Europeo júnior. Bronce. (Relevo 4x200).

  • 2012 Europeo júnior. Plata. (400 estilos).

  • 2011 Europeo júnior. Oro. (1.500 libre).

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