Tras dos partidos espesos, solventados con cierto margen pero sin la contundencia esperada, los Hispanos sacaron el rodillo ante Irán. El último partido de la primera fase en el Mundial de Suecia y Polonia obligaba a rubricar el esperado pleno que permitiese acceder a la ... ronda principal con cuatro puntos en el zurrón, como Francia, la otra favorita para alcanzar los cuartos de final por esta parte del cuadro. También ofrecía la oportunidad de quitarse de encima las sensaciones encontradas de los duelos contra Montenegro y Chile, en los que España venció pero no terminó de convencer. Ambos objetivos se cumplieron sobradamente por lo que los hombres de Jordi Ribera llegan cargados de moral a una ronda principal en la que se jugarán ante Polonia, Eslovenia y Francia dos plazas en los cuartos de final.
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El combinado asiático, a las órdenes del legendario Veselin Vujovic, líder sobre el parqué de aquella maravillosa Metaloplastika de los ochenta y uno de los mejores jugadores de balonmano de la historia, era un rival propicio para despegar y cargar de moral la mochila antes de jugarse las habichuelas con los cuartos de final del Mundial en el objetivo. Esta vez el conjunto dirigido por Jordi Ribera, experto en activarse a medida que los grandes torneos entran en ebullición, no quiso complicación alguna.
Se implicó el equipo hispano desde el inicio en un sistema defensivo 5-1, con Kauldi Odriozola como avanzado, que cortocircuitó el juego de ataque iraní, incapaz de resolver un muro como el español. Los robos de balón y los goles fáciles a la contra marcaron pronto la diferencia y tras el 2-1 inicial, la única ventaja persa en el partido, España aceleró hasta la primera ventaja sustanciosa, un 5-10 al ecuador del primer acto que mostró a las claras lo que acabaría por suceder.
Irán
Siavoshishahenayati, Heidarpour (4), Barbat (4), Kiani (2), Sadeghi (2), Sadeghzadeh (1), Oraei (2) -siete inicial-. Sarpoushi (ps.), Kazemi (2), Ghalandari, Norouzinezhad (4), Kabirianjoo (1), Yadegaridehkordi, Kouhzad, Behnamnia y Samsami.
22
-
35
España
Pérez de Vargas (1), Ángel Fernández (4), Sánchez-Migallón, Odriozola (3), Dani Dujshebaev (2), Casado (1), Álex Dujshebaev (6) -siete inicial-. Corrales (ps.), Dani Fernández (2), Peciña (1), Gedeón Guardiola (2), Figueras (1), Ferran Solé (6), Cañellas (3), Valera y Maqueda (3).
Marcador cada cinco minutos: 2-3, 3-7, 5-10, 8-13, 10-17, 11-21 -descanso-, 13-23, 14-26, 15-28, 17-29, 18-31 y 22-35.
Árbitros: Koo Bon-Ok y Lee Seok (Corea del Sur). Excluyeron a los iraníes Samsami (2), Yadegaridehkordi y Kazemi, y a los españoles Sánchez-Migallón y Peciña.
Incidencias: Partido de la tercera jornada en el grupo A del Mundial de balonmano disputado en el Tauron Arena de Cracovia.
Los hermanos Dujshebaev golpeaban desde los laterales mientras que Pol Valera, al que Ribera ha citado de urgencia para asumir la manija hispana tras la lesión de Ian Tarrafeta, se estrenó en el campeonato con un pase por la espalda para la definición de Ángel Fernández, un auténtico martillo pilón. Gran puesta en escena del central de Granollers, acertado en la distribución de juego hacia los extremos horas después de aterrizar en Cracovia. No mostró piedad el conjunto español, que cerró sus mejores treinta minutos hasta ahora en el campeonato con una espectacular colgada de Solé para Cañellas, en una guinda acorde al juego desplegado en la primera mitad.
Cómoda ventaja (11-21), partido encarrilado y minutos para rotar y ensayar diferentes sistemas defensivos. Con el recién llegado Valera rápidamente adaptado a la compleja pizarra española las conclusiones no podían ser mejores al paso por los vestuarios, pero el apetito de los Hispanos no estaba saciado. La diferencia de goles fue aumentando, en un goteo constante y coral. También Pérez de Vargas, decisivo en el debut contra Montenegro y dosificado frente a Chile, le sacó brillo a sus estadísticas para desesperación de Vujovic, cuyos pupilos están a años luz de sus excelencias sobre la pista.
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Con más de una decena de goles de ventaja España disfrutó y hasta 13 de sus 16 jugadores convocados vieron puerta -todos excepto el portero Corrales, el especialista defensivo Sánchez-Migallón y Valera-, lo que habla a las claras de la profundidad de recursos de una selección que no es la mejor en cuanto a individualidades pero sí un equipo competitivo como pocos. Las sonrisas en el banquillo español en el tramo final lo decían todo. Los Hispanos han ido de menos a más en el Mundial y llegan a la ronda principal en plena forma. Esperan la anfitriona Polonia, Eslovenia y Francia, palabras mayores. En juego la presencia en cuartos de final, el objetivo mínimo para un equipo acostumbrado al éxito.
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