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Olatz Rodríguez persiguió la excelencia en la gimnasia rítmica. Su mente acabó pasado factura. Virginia Carrasco
La gimnasta que odiaba subir al podio

La gimnasta que odiaba subir al podio

La semana de olatz rodríguez ·

Amaba las mazas y las evoluciones de la cinta, pero le traían al pairo los trofeos. La competición le costó una anorexia. Ahora hinca los codos con ganas para ser médica. ya no practica ningún deporte y solo se ocupa de la noble ocupación de caminar

Domingo, 20 de marzo 2022, 00:26

Olatz Rodríguez, de 19 años, es tan buena persona que no puede ver películas. Las románticas la hacen llorar y los dramas le causan tal sufrimiento que tiene que apartar la vista de la pantalla. Estudia primero de Medicina en la Universidad Complutense (Madrid) después ... de una experiencia amarga en la gimnasia rítmica, que abandonó cuando comprendió que carecía del más mínimo afán competitivo. Y eso que estaba llamada a atesorar muchas medallas. Lo que comenzó como un juego terminó en un calvario. Su espíritu perfeccionista y la presión a que se sometió ella misma, unido a unas entrenadoras poco duchas en el manejo de Trastornos de Conductas Alimentarias (TCA), la abocaron a la anorexia. Ingresó en el hospital con un peso de 37 kilos. Nunca sufrió distorsiones de su imagen, como verse gorda, ni llegó a vomitar la comida, pero quiso emular a las triunfadoras que descollaban por su delgadez. Aún no totalmente recuperada, ha escrito un libro, 'Vivir del aire' (Planeta), en el que describe su problema.

Lunes

7.30 horas. Desayuno y me voy a la facultad andando, el metro me aturde mucho. Mientras paseo, voy escuchando la radio. En la universidad me esperan tres horas de estudio y tres de prácticas. La carrera me está encantando, no sé cual elegiría entre las asignaturas que más me gustan. Es difícil decantarse por Biología o Física Médica. Me gustan mucho Inmunología y Anatomía. Citogenética también es interesante.

14.30 horas. A la hora de comer me inclino por las verduras. Prefiero los primeros platos, de manera que en ocasiones me quedo sin tomar proteínas. No debería hacerlo, por algo el ser humano ha evolucionado y se ha hecho omnívoro. Si llevo tres días sin ingerir carne, me fuerzo y me digo: «Olatz, tienes que comer carne». Alguna vez he tenido la idea de hacerme vegetariana pero nunca lo he hecho.

18.30 horas. Por fin me he librado de la costumbre de mirar las calorías que tiene cada producto, aunque a veces, al comprar frutos secos, me dejo influir. Pero ya no es como antes, como cuando en Navidad calculaba las calorías que tenía una gamba y pensaba: me puedo comer una y media. Eso era cuando estaba totalmente controlada por la enfermedad.

Martes

19.00 horas. Sigo viendo por la tele gimnasia rítmica. He pasado muy buenos ratos siendo gimnasta. Lo que ocurre es que la competición es un método de evaluación bastante injusto, no se tiene en cuenta en la calificación mogollón de circunstancias que influyen en la ejecución de un ejercicio. Cuando me veía en el podio, pensaba: ¿por qué yo y no ella, si nos lo merecemos las dos? Era algo que no entendía y me hacía sentir muy mal. De pequeña lloraba cuando subía al podio, mis entrenadoras no lo entendían.

20.00 horas. Adoro la música clásica, pero también me gusta mucho el tecno, así que voy alternando. En cambio, no veo demasiado la televisión, prefiero escuchar las noticias por la radio, aunque últimamente lo que está ocurriendo en Ucrania me genera muchas emociones difíciles de gestionar. Trato incluso de no estar muy al día, ya sé que no debería, pero me siento muy mal por ser incapaz de hacer algo.

Miércoles

18.00 horas. Ahora mismo llevo una vida bastante sedentaria, salvo por los paseos que hago por la mañana. No obstante, a veces el cuerpo me pide movimiento y tengo que salir a caminar. En Madrid cuesta hacerlo; lo ideal es hacer largas caminatas por mi pueblo, Villasabariego (León), donde estoy muy en contacto con la naturaleza. Seremos veinte vecinos y cientos de ovejas. Voy con mi familia en la medida que podemos, porque somos muchos y con nuestro nivel adquisitivo nos es difícil ir todos los fines de semana.

22.00 horas. Abandono las series sin terminar porque me aburro enseguida. Además, me cuesta mucho entender el doble sentido de las palabras, el sarcasmo y la ironía, lo que me incapacita bastante para ver películas.

Jueves

11.30 horas. La carrera de Medicina no me resulta absorbente. Los profesores son muy cercanos y transmiten muy bien sus conocimientos. Hace unos meses me diagnosticaron depresión y poder estudiar me ayudó mucho. Con el tratamiento me ha ido estupendamente. Los trastornos de conducta alimentaria y los problemas de salud mental están asociados, aunque a veces el diagnóstico no deja de ser una etiqueta para los profesionales.

18.30 horas. Subo a la habitación y me pongo a organizar el día de estudio. Cuando me agobio, salgo con el libro fuera a un parque que hay por aquí, al lado de la residencia. Al final del día hablo con mis padres por teléfono y me acuesto.

23.55 horas. No soy capaz de robar horas al sueño para estudiar. Siempre duermo mis ocho horas al día, bueno, siete horas y veinte minutos para ser exacta.

Viernes

15.00 horas. He experimentado bastante mejora en la relación con mi enfermedad, tanto, que ya logro comer prácticamente sin miedo. Puedo comer pan, pasta y alimentos con los que antes me sentía muy culpable. Eso me hace bastante feliz, no tanto por mí como por mi familia. Los pobres son los que más han sufrido, se veían totalmente desamparados.

17.45 horas. He llegado a sentirme muy culpable. Había momentos en los que, aunque quisiera comer o tuviera hambre, me convencía de lo contrario. Mis padres, mis hermanos, mi abuela sufrían y… yo continuaba. Era un comportamiento bastante egoísta, pero no podía controlarlo porque si probaba la comida sabía que me iba a sentir más culpable aún, y al mismo tiempo cada vez comía menos.

22.00 horas. Me encanta escuchar 'podcasts'. El otro día acabé uno buenísimo, 'Soy mujer... soy autista', de RNE. También me gustan mucho los de historia y ciencia. Quizá cuando termine la carrera estudie Historia o Filosofía.

Sábado

11.00 horas. Solemos hacer bastantes planes en familia. Hace unas semanas vinieron mis padres y hermanos a Madrid y visitamos el Museo Thyssen. También hacemos viajes culturales, rutas por la montaña y la naturaleza. Es lo que hemos hecho desde pequeñitos con nuestros padres, a ellos les encanta ese ambiente.

16.00 horas. Me fascinan los animales, sobre todo las jirafas. En casa tenemos una tortuga, aunque no soy muy partidaria de sacar a las especies de sus hábitats, me gusta verlas en la naturaleza.

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