Dinamarca sigue siendo la reina del balonmano. En un dominio nunca antes visto, el combinado nórdico dirigido por Nikolaj Jacobsen sumó su tercer título mundial consecutivo en una final que dominó de principio a fin ante una orgullosa Francia. Loable el esfuerzo galo por no ... perder nunca la estela de su rival, pero estéril contra una selección que es toda una constelación de estrellas y alarga su hegemonía sobre el 40x20 en los últimos años.
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La puesta en escena danesa fue contundente, intimidó de la mano de las paradas de Niklas Landin y los lanzamientos de Simon Pytlick. El lateral iquierdo del GOG Gudme es a sus 22 años la última joya de una cantera que no cesa en su empeño por fabricar talentos y sus cañonazos desde los nueve metros ayudaron al equipo escandinavo en su madrugador despegue en el marcador (2-6).
La final se desarrollaba a velocidad supersónica, con una ventaja constante para Dinamarca de entre tres y cuatro goles, aunque el vértigo ofensivo del comienzo fue dando paso a una batalla más táctica, ya con mayor protagonismo de las defensas y los porteros. La selección gala, menos exuberante en cuanto a calidad respecto a los daneses pero con los veteranos hermanos Karabatic como santo y seña del carácter ganador, fue como un motor diésel. Les Experts secaron la capacidad realizadora nórdica, recortaron distancias a medida que transcurrían los minutos y se fueron a los vestuarios a un solo gol de distancia.
Francia
Gerard, Nahi (1), Fabregas (3), Luka Karabatic, Lenne (2), Nikola Karabatic y Mem (5) -siete inicial-. Desbonnet (ps.), Grebille, Tournat (3), Porte, Prandi (3), Kentin Mahé (1), Lagarde (1), Remili (6) y Richardson (4).
29
-
34
Dinamarca
Niklas Landin, Magnus Landin, Saugstrup (2), Johan Hansen, Pytlick (9), Mikkel Hansen (1) y Gidsel (6) -siete inicial-. Moller (ps.), Jakobsen (1), Jorgensen, Hald (1), Jacob Holm, Mollgaard, Mensah Larsen (2), Rasmus Lauge (10) y Kirkelokke (2).
Marcador cada cinco minutos: 1-3, 6-9, 8-11, 12-14, 12-15, 15-16 -descanso-, 17-18, 20-21, 23-24, 25-28, 27-31 y 29-34.
Árbitros: Gjorgji Nachevski y Slave Nikolov (Macedonia). Excluyeron a Fabregas (2), Jakobsen, Mollgaard, Mem, Kirkelokke y Pytlick.
Incidencias: Final del Mundial de balonmano disputada en el Tele2 Arena de Estocolmo.
Así las cosas, Francia limpió el borrón de su flojo inicio igualando el partido tras la pausa. El equilibrio parecía dar paso a un partido nuevo, pero Dinamarca añadió recursos a su fórmula mágica con el estado de gracia de Rasmus Lauge, un añadido al cañón de Pytlick y la navaja multiusos de Mathias Gidsel, tan bueno marcando como asistiendo o aplicándose en defensa. Otra vez + 3 danés con el 18-21 y esfuerzo hercúleo francés para reducir a uno la diferencia con el viento de cola de las exclusiones danesas.
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El juego del gato y el ratón lo iba a decidir la enorme profundidad del banquillo de Dinamarca, que incrementó su arsenal el poderoso brazo de Mads Mensah Larsen y el buen hacer bajo palos de Kevin Moller, que tomó el relevo de Landin en el día más importante. La defensora del título afrontó los últimos minutos cuatro arriba (27-31) y aunque los galos tiraron de orgullo hasta el final, la tercera corona danesa cayó por su propio peso.
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