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Las consecuencias de la crisis del coronavirus se hacen notar ahora con más fuerza en el deporte ribereño, tras haber pasado por otras dos semanas de confinamiento que finalizaron el pasado viernes. Uno de los clubes más afectados es el Villa de Aranda que, a ... punto de comenzar la temporada más atípica de su historia, continúa con la controvertida relación con Asobal. Un hecho que la Federación Española de Balonmano ha vuelto a poner este martes sobre la mesa, recordando la obligación de contar, tanto con el club arandino como con el Cisne.
La incertidumbre debido a la evolución de la pandemia marca los primeros compases del curso, con el añadido de la polémica con Asobal a la que la propia Federación apela en su comunicado especificando que se «abstenga de imponer condiciones, establecer requisitos o fijar exigencias para participar en la competición ajenas a las señaladas en los reglamentos y normas federativas aplicables y que no son de su competencia».
El presidente del Villa de Aranda, Eusebio Martín, asegura que han cumplido con todos los requisitos para participar en la liga y que tanto el Comité de Competición como la Federación les respaldan, dado que excluirles del sorteo no tiene «ninguna justificación». A pesar de estas trabas, la temporada arrancará la próxima semana en el Príncipe de Asturias y los arandinos «van con todo», después de haber hecho «un gran esfuerzo para sacar el proyecto adelante» y sin haber podido disputar partidos de pretemporada, tal y como explica Martín.
La campaña de socios del Villa de Aranda se reanudaba tras el final del confinamiento de la localidad. «Estamos muy por debajo de las cifras de abonados que teníamos el año pasado por estas fechas, en 2019 a estas alturas sumábamos 550 socios y hoy estamos en 130», confiesa el presidente que confía en el gran calado que tiene el club en la sociedad arandina para remontar la situación.
La Junta de Castilla y León es quien asume las cometencias para determinar en qué condiciones se pueden disputar los partidos en cuanto al aforo permitido. Martín explica que el club ya ha realizado un estudio para ver cómo podrían adaptar el pabellón a la normativa. «Sabemos que respetando la distancia de seguridad puede haber cerca de 500 localidades disponibles». Además, serán ellos quienes marquen los asientos y Martín afirma que están preparados para aplicar las medidas, «sabemos que habrá control de temperatura, que se delimitará la distancia de seguridad, habrá gel hidroalcohólico y por supuesto todo el mundo tendrá que entrar con mascarilla».
A pesar de las dificultades que atraviesa Aranda de Duero, el presidente hace una mención especial a los patrocinadores, «las empresas lo están pasando mal y aún así nos siguen apoyando, son un pilar fundamental», indica. El otro pilar es la masa social que siempre ha respaldado al club y que esperan continúe haciéndolo. «Llevamos un proyecto serio con un presupuesto ajustado y vamos a competir con toda la ilusión y las ganas a pesar de las complicaciones», concluye.
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