Desafío de Helios modifica su recorrido para conseguir realizar la edición de 2021 pese a la pandemia

Reconocen que no hay garantías de que estos trámites lleguen a buen puerto. La tónica general desde que se declaró la pandemia ha sido la de suspender las pruebas deportivas de referencia en el calendario nacional del ciclismo de montaña. «Habría que exceptuar Colina Triste, Madrid Non Stop o Pontevedra, seguramente haya otras, pero este año, han sido contadas y muy pocas las oportunidades que se han podido aprovechar para sacar adelante cualquier iniciativa deportiva», señalan desde la organización.

Las carreras a pie en general, y de ultrafondo en particular, se han visto igualmente afectadas y tras el éxito de esta disciplina, que se estrenaba en el Desafío de la edición del 2020, se propondrá a los corredores de esta modalidad una prueba con un trazado completamente diferente. Mientras el año pasado fue Torrelara-Lerma, en esta edición la propuesta sería Torrelara-Belorado, con 63 kilómetros y la temida Pedraja de por medio.

Desde la organización son conscientes de que será «mucho más complicado que la gente participe y que, en el caso de poder desarrollarla, el aspecto humano que hacía de la prueba algo diferente haya que contenerlo».

A lo largo de estos meses se ha estudiado el recorrido para evitar zonas conflictivas que supongan aumentar el riesgo de retiradas de los participantes por barro o circunstancias que pudieran suponer su abandono. Así, esta edición, será más rápida que las anteriores. Este jueves 8 de octubre se celebrará una reunión de coordinación con los municipios que se plantea incluir en el recorrido y concretar con estos los puntos de paso. En la mayoría de los casos, para evitar riesgos, se propone rodear los espacios urbanos. «Los únicos que exceptuamos son los que están establecidos como puntos de transición (Hortigüela, Torrelara y Palazuelos de la Sierra), la salida (Lerma) y la llegada (Belorado). En estos municipios habrá un plan o protocolo específico», apuntan.

La idea y el espíritu con el que nació esta propuesta deportiva se mantiene. Una aventura, un reto, que propone a los participantes cruzar la Sierra de la Demanda en invierno, pasando desde la cuenca del Duero a la cuenca del Ebro. El trazado de la próxima edición se ha modificado en un 60 por ciento con diferentes caminos, senderos y algún municipio nuevo. Un reto diferente, una marcha que va más allá de ponerse un dorsal y salir a correr o a dar pedales muy rápido. «Esto es una experiencia especial que queremos mantener. Al final no se trata de un reto al sol, es un reto hacia cada uno de los participantes», se señala desde la organización.

También se reconoce que hay «dudas» sobre si se podrán mantener todas las modalidades que se han propuesto en ediciones anteriores: BTT, DUATLÓN, EQUIPOS, CROSS ULTRAFONDO, pero inicialmente «se ha encargado la memoria con el protocolo sanitario y veremos las posibilidades que nos ofrece, si son viables o realizables. Un caso que nos ha puesto sobre la mesa es que los miembros de la organización tuvieran que pasar, todos, una prueba PCR. Eso lo haría inviable. Nosotros no somos una empresa, somos un grupo de entusiastas apoyados por otras personas igualmente voluntarias y apasionadas de su tierra, pero no tenemos presupuesto para pagar ese coste», añaden. La ejecución de la prueba depende de las inscripciones y de la ayuda de empresas e instituciones.

A día de hoy se mantiene el número de inscripciones de otras ediciones, con un máximo de 300 deportistas participando a la vez. La peculiaridad de la prueba permite tener un pelotón con el número máximo de participantes indicado y otros esperando a entrar a formar parte del pelotón.

«Como dice el lema de este año, 'El mejor viaje es el que comienza hacia uno mismo', ahora toca esperar que las condiciones sanitarias mejoren y todos los agentes implicados en sacar esto adelante sigan con las mismas ganas», puntualiza la organización.