Una brutal agresión conmociona la NFL

Restaban unos pocos segundos del encuentro cuando se desató la locura. Myles Garret y Mason Rudolph se enzarzaron en una pelea que acabó con el joven de los Cleveland Browns arrancándole el casco a Rudolph y propinándole un golpe con el mismo. Las reacciones no tardaron en llegar, y Maurkice Pouncey, jugador de los Pittsburgh Steelers, se lió a puñetazos y patadas contra Garrett, desencadenando una serie empujones en el terreno de juego de un partido que ya estaba definido a favor de los Cleveland Browns por 21-7.

Uno de los jugadores más críticos fue Baker Mayfield, de los Browns, quien dijo que las acciones de su compañero habían sido una «vergüenza» y algo que no les beneficia en absoluto. «No vi por qué empezó, pero es inexcusable. No me importa, rivalidad o no, simplemente no podemos hacer eso. Esa ha sido la historia de lo que sucede aquí últimamente, perjudicándote, y es simplemente poner en peligro al otro equipo. Es inexcusable, lo sabe. Espero que lo sepa ahora. Es duro. Veremos...», comentó Mayfield.

Garret, el jugador que empezó todo, tuvo palabras de arrepentimiento: «Perdí la calma y lo que hice fue egoísta e inaceptable. Sé que todos somos responsables de nuestras acciones y sólo puedo demostrar mi verdadero carácter a través de mis acciones en el futuro», dijo Garret en un comunicado. «Quiero disculparme con Mason Rudolph, mis compañeros de equipo, toda nuestra organización, nuestros fans y con la NFL. Sé que tengo que rendir cuentas por lo sucedido, aprender de mi error y tengo la intención de hacerlo», agregó.