PABLO M. DÍEZ
Zhangjiakou (China)
Domingo, 13 de febrero 2022
Por haber renunciado a Estados Unidos, el país donde nació, para competir por el de su madre, China, la esquiadora Eileen Gu es la heroína para el público local en Pekín 2022. Lo mismo hizo la patinadora Zhu Yi, pero su destino ha sido totalmente ... opuesto: ella es la villana. Mientras Gu disfruta del estrellato por haber ganado ya un oro y aspirar esta semana a otros dos, Zhu ha sido vilipendiada en las redes sociales chinas por fracasar en sus pruebas.
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La joven, de 19 años, se cayó en la competición por equipos de patinaje artístico sobre hielo y su fallo airó a los aficionados más recalcitrantes y nacionalistas, que la tildaron de «vergüenza» y la acusaron de «robar un sueño» a todo el país. Pero lo peor no fue eso, sino que al día siguiente volvió a dar con sus huesos en la pista en la prueba de patinaje libre. La indignación fue tal que se convirtieron en tendencias las etiquetas mofándose de que se había vuelto a caer y llorado de nuevo, ya que no pudo contener las lágrimas derrotada por la decepción y, sobre todo, la presión.
Mientras el público chino adora a Eileen Gu, o Gu Ailing en mandarín, por darle gloria a la «madre patria», los troles de internet desprecian a Zhu Yi por no haber conseguido el mismo éxito, demostrando muy mal perder. Con peticiones incluso de que se vuelva a Estados Unidos, las críticas han sido tan crueles que sus propias compañeras de equipo, como Eileen Gu, han tenido que salir en su defensa.
Con este fracaso, sus detractores han visto reivindicado su rechazo a Zhu Yi, cuya elección para el combinado olímpico ya resultó polémica porque muchos aficionados preferían a figuras como Chen Hongyi, ganadora de la Copa de China en 2020, o Ashley Lin, otra patinadora nacida en EE UU que también había cambiado de equipo.
Entre los reproches, algunos se quejan de que Zhu Yi ha conseguido la plaza para estos Juegos Olímpicos de Invierno por enchufe, ya que su padre es un reputado experto en inteligencia artificial que, tras emigrar a EE UU y obtener el doctorado en Harvard, ha regresado a China para dirigir las investigaciones en este campo.
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Nacida el 19 de septiembre de 2002 en Los Ángeles, y llamada Beverly Zhu en inglés, la joven ganó el campeonato juvenil estadounidense en 2018 y, justo ese año, anunció su decisión de competir bajo bandera china. «Estoy ilusionada por tener la oportunidad de patinar para China y convertirme en otro gran nombre», aseguró entonces a la televisión estatal. Y así ha sido, pero por un motivo totalmente diferente: por ser la villana de China por no haber ganado.
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