El relevo 4x400 de la burgalesa Eva Santidrián se queda fuera de la final olímpica

Eva Santidrián firmó la mejor posta del equipo español en el relevo 4x400 que disputó este viernes la semifinal de la prueba en los Juegos Olímpicos de París. La atleta burgalesa corrió su vuelta a la pista en 51,60 siendo la más rápida de las cuatro componentes de un equipo que fue quinto en su serie y no pudo así alcanzar la final.

No se encontró el equipo español con la serie más sencilla y es que compartió carrera con selecciones tan potentes como Estados Unidos, Gran Bretaña o la anfitriona Francia. Las tres, además de Bélgica, superaron a un equipo español que tenía como objetivo correr en el récord de España que logró en el pasado Europeo de Roma (3:25.25), plusmarca que se quedó a más de tres segundos tras cruzar la meta en 3:28.29.

Fue prometedor el inicio con Blanca Hervás, que lograba no dejar demasiado margen con sus competidoras aunque pasando ya el relevo en la quinta posición (52.50). Berta Segura fue la segunda en sumar para el equipo español no pudiendo evitar quedar ya descolgada de la pelea por los tres primeros puestos que daban acceso de forma directa a la final.

La tercera en competir fue la burgalesa Eva Santidrián, que firmaba una sensacional carrera parando el cronómetro en esos 51.60 segundos que eran el mejor relevo del día en el equipo español, logrando reducir la distancia con las cuatro primeras, pero aún lejos de la pelea por ese pase directo.

Finalmente, Carmen Avilés realizaba el último relevo buscando una remontada ya imposible, así como marcar el mejor tiempo posible ya que además de esas tres plazas directas para la final se otorgaban otras dos a los mejores tiempos que se quedasen fuera. En la quinta plaza las españolas tuvieron que defender ese 3:28.29 a la espera de lo que ocurría en una segunda serie mucho más igualada y rápida en la que Canadá cruzaba la meta en cuarto lugar con una marca de 3:25.77 dejando así fuera al equipo español.

La burgalesa Eva Santidrián pone así punto y final a su participación en los Juegos Olímpicos de París, su primera experiencia de estas características, con el amargo sabor de no haber logrado la clasificación para la final con un equipo que ha puesto en muchos casos el relevo por delante de su actuación individual tras lograr la clasificación olímpica en el Mundial de Bahamas, la última oportunidad que tenía para hacerlo.

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