Borrar
Ana Peleteiro, con su bronce en triple salto. Alberto Estévez / EFE
Con un excelente sabor de boca

Con un excelente sabor de boca

En atletismo nos traemos una medalla de bronce, 11 finalistas de los cuales diez son diplomas olímpicos y 15 atletas entre los 10 primeros

Ruth Beitia

Lunes, 9 de agosto 2021, 01:22

Todo lo que empieza tiene un final. Las dudas sobre si se hacían o no los Juegos revolotearon en el ambiente hasta días previos a la ceremonia de apertura. Pero la suerte hizo que estuviese en la cara buena y hemos podido ver unos Juegos ... raros, pero espectaculares. A mí me tocaba pasar el testigo. Cinco años después Mariya Lasitskene era la nueva campeona olímpica de salto de altura. Este periódico me daba la oportunidad de vivirlos de otro modo y sentirme colaboradora por unos días junto a Martín Fiz. Ha sido maravilloso entrevistar a deportistas que lo han dado todo en sus pruebas.

La selección española de atletismo, capitaneada por el gran Chuso García Bragado y Aauri Bokesa, partía hacia Tokio llena de buenos propósitos y con los deberes hechos. Nos traemos una medalla de bronce, 11 finalistas de los cuales diez son diplomas olímpicos, 15 atletas entre los 10 primeros, el undécimo país en la clasificación mejorando dos puestos nuestro anterior mejor registro, tres récords de España absolutos y dos sub-23 y sub-20 mejores marcas personales.

Ana Peleteiro nos trasladaba a otra galaxia. La gallega hizo el mejor concurso de la historia del triple salto olímpico, luchando con uñas y dientes por una medalla de bronce, que iba y venía. Pero su destino era ambicioso y Ana subió al podio acompañando a la nueva plusmarquista mundial Yulimar Rojas. Ana entraba en el selecto club de las mujeres con medallas olímpicas en España. Ya somos tres.

Posiblemente se pueda pedir más. La lesión de última hora de Orlando Ortega mermaba nuestras esperanzas. Había sido una temporada difícil para nuestro vallista, pero todo hacía presagiar que llegaba en un excelente estado de forma antes de sufrir una nueva lesión en un entrenamiento en Tokio. No pudo ser lo de Orlando, pero Asier Martínez nos hizo vivir momentos memorables arañando, serie a serie, su mejor marca y haciéndonos vibrar en la final.

Calificaciones de concursos impecables, alguna que otra lesión, finales con sabor a medalla de chocolate por parte de Eusebio Cáceres -personalmente, sé, que la vida le debe esa medalla en un gran campeonato-, o sin diploma para Javier Cienfuegos. Ambos quieren mucho más. París, bien vale una misa.

Semifinales que saben a finales, así nos dejaban algunos de nuestros atletas que han brillado mejorando sus marcas personales. Ha habido momentos que nos llevaban a ritmos de verdaderos mítines internacionales, nos trasladaban a Zúrich, a Bruselas en un estadio olímpico sin público, en el que la alegría la ponían los deportistas. A falta de una final merecida, con polémica de por medio, el relevo 4x400 mixto se estrenaba en unos Juegos mejorando su récord de España. Imposible olvidar esas horas en las que estaban metidos de lleno en la gran final.

El medio fondo y fondo volvía a brillar. Adrián Ben sopló las velas de su 23 cumpleaños con una excelente actuación en la final de 800. Marta Pérez y Adel Mechal hacían lo propio en el 1.500, Katir, aprendió de lo lindo en la de 5.000 y, por último, Carlos Mayo nos metía en carrera con una buenísima actuación en el 10.000.

Qué decir de las combinadas. María Vicente tomó por primera vez contacto con su sueño en Tokio, pero la gran actuación de nuestra campeona será en París, o en los siguientes, o en los siguientes, porque ella será, con su juventud, lo que quiera ser. Jorge Ureña, en su sitio, luchando como siempre y haciéndonos disfrutar en cada una de las pruebas. De la maratón, seguro que leéis la crónica de mi compañero Martín Fiz, nadie como él os puede contar las duras condiciones a las que se han enfrentado nuestros atletas en Sapporo. Felicitar a todos, en especial a Lamdassen, que hasta el último momento nos hizo soñar con la medalla.

Y de la marcha... tenemos una de las mejores escuelas del mundo, con un gran maestro como es Chuso García Bragado. Se retira de los Juegos haciendo historia, ocho actuaciones, ocho impecables 50 km marcha. Deja en su puesto a Marc Tur, a Álvaro Martín, a Diego García, a María Pérez. Se han quedado a las puertas, pero el futuro es precioso cuando te enfrentas a él con trabajo, determinación y entusiasmo.

Cerramos unos Juegos. En la clausura portó la bandera la mejor karateca. Para Sandra Sánchez y Damián Quintero la actuación en unos Juegos vino y se fue en Tokio. París ha tomado el relevo. Nuestros deseos para que este nuevo ciclo olímpico sea sin sobresaltos. Este domingo nos despedimos con un excelente sabor de boca, el que nos han dejado nuestros atletas.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Con un excelente sabor de boca