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Repaso al medallero español: a la caza del récord de David Cal
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Repaso al medallero español: a la caza del récord de David Cal

Los abanderados Saúl Craviotto y Mireia Belmonte apuntan a sumar tantas preseas como el piragüista gallego, que sigue a la cabeza con cinco

Carlos Prieto y Sara I. Belled

Texto | Gráficos

Jueves, 22 de julio 2021, 11:20

Entre la medalla de oro conseguida por la pareja de pelotaris José Amézola y Francisco Villota en los Juegos Olímpicos de París en 1900 y la de bronce lograda por Carlos Coloma en bicicleta de montaña en la última cita olímpica de Río de Janeiro en 2016, los deportistas españoles han conseguido 150 medallas en los Juegos de verano, que serían 151 según la estadística del Comité Olímpico Español al sumar la plata lograda por Pedro Pidal en París y que le fue retirada en 2004. Pero contando solo las contabilizadas por el COI, España suma 45 medallas de oro, 64 de plata y 41 de bronce en sus 23 participaciones.

El deportista español más laureado es David Cal, con cinco medallas, mientras que suman cuatro el exciclista Joan Llaneras, la nadadora de sincronizada Andrea Fuentes, la tenista Arantxa Sánchez Vicario, el piragüista Saúl Craviotto y la nadadora Mireia Belmonte. Estos dos últimos, que serán en Tokio los abanderados de la delegación española, esperan alcanzar en la cita de Japón el récord del canoísta gallego.

Y en cuanto a las disciplinas, la vela es el deporte que más éxitos le ha dado a España, con 19 medallas, seguida por el piragüismo, con 16; el ciclismo suma 15; el atletismo, 14 y el tenis, 12.

La evolución de los éxitos del deporte español a lo largo de la historia olímpica viven un antes y un después de los Juegos de Barcelona en 1992. El Plan de Ayuda al Deportista Olímpico, puesto en marcha en diciembre de 1988, transformó por completo el deporte en España. Y no solo en el medallero -antes de Barcelona solo había logrado 26 medallas- sino también en el número de deportistas clasificados y, sobre todo, en la participación femenina. Así, en la cita de Barcelona llegó la primera medallista olímpica con el oro de la judoka Miriam Blasco, que abrió un camino que continuaron otras 50 mujeres y que a buen seguro se ampliará en Tokio.

Con ello, la historia del medallero español en los Juegos Olímpicos comenzó mucho antes:

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La primera medalla llegó en pelota, con el oro conseguido por la pareja formada por José de Amézola y Francisco Villota. Su triunfo fue reconocido en 2004 por el COI, pero en su día no disputaron partido alguno, ya que sus contrincantes franceses se retiraron.

En Bélgica nació la 'Furia Española' cuando el capitán Belauste lanzó su famoso grito a Sabino: «¡A mí el pelotón, que los arrollo!». Aquel equipo capitaneado por Ricardo Zamora catapultó el fútbol en España y logró la medalla de plata. La otra presea corresponde a la selección de polo.

Los de París de 1924 fueron los primeros juegos con presencia femenina española, con las tenistas Lilí Álvarez y Rosa Torras. La delegación española no consiguió ninguna medalla.

España logró en Holanda su segunda medalla de oro, esta vez en hípica, en salto de obstáculos, con un equipo formado por los militares José Álvarez de Bohórquez, sobre 'Zalamero', Julio García Fernández de los Ríos, con 'Revistada', y José Navarro Morenés, con 'Zapatazo'.

Una España sumida en una profunda crisis política y económica solo envió a competir a la primera cita olímpica que no se celebraba en Europa a seis deportistas, que participaron en tiro olímpico y vela.

Pese a sus limitaciones, España logró en vela una medalla de bronce gracias al deportista barcelonés Santiago Amat.

Tras el parón por la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, España regresó a los Juegos en un Londres devastado por los bombardeos. Se sumó una nueva medalla en hípica, esta vez de plata, en un concurso celebrado en Wembley.

El policía vallisoletano Ángel León Gozalo logró la medalla de plata en tiro en Helsinki, la única de la delegación española. Apasionado de la pesca y destacado atleta, también fue campeón del mundo y de los Juegos del Mediterráneo.

España renunció a los Juegos de Melbourne por razones políticas, pero sí compitió en las pruebas hípicas que se celebraron en Estocolmo para evitar la larga cuarentena que los caballos debían pasar en el país oceánico. Participaron seis jinetes, pero no se llevaron medalla.

Los colores de España volvieron a verse en unos Juegos en Roma con una nutrida delegación formada por 144 deportistas. Pese a ello, solo consiguió una medalla de bronce con el equipo de hockey hierba, la primera de las cinco logradas en este deporte.

A Tokio fueron más de 50 deportistas que participaron en nueve deportes, pero el medallero se quedó a cero.

Se duplicó el número de deportistas españoles, pero el vacío del medallero continuó en México.

Fue el púgil asturiano Enrique Rodríguez Cal, conocido como Dacal, quien salvó el honor de España en los Juegos de Múnich, al conseguir la medalla de bronce en la categoría minimosca. La cita pasó a la historia por el ataque terrorista que sufrió la delegación israelí a cargo de la organización terrorista Septiembre Negro y que se saldó con once deportistas muertos.

Asturias volvió a ser protagonista en los Juegos disputados en Montreal. El piragüista Herminio Menéndez logró la primera de sus tres medallas. Fue de plata, en k-4 1.000 metros, con una embarcación que completaban Celorrio, Misioné y Díaz-Flor. España también logró una segunda medalla de plata en vela, con Toño Gorostegui y Pedro Millet.

El medallero español dio un salto en la Unión Soviética, donde Juan Antonio Samarach asumió la presidencia del COI. Firmó su participación más brillante hasta esa fecha, con seis medallas. Entre ellas un oro a cargo de los regatistas Abascal y Noguer.

En los Juegos de Carl Lewis, España logró cinco medallas, capitaneadas por el oro de Luis Doreste y Roberto Molina.

Especialmente recordada es la plata de baloncesto, con los Corbalán, Romay, Fernando Martín y Epi, dirigidos magistralmente por Antonio Díaz Miguel.

A la cita de Corea la delegación española acudió con muchas ilusiones y una abanderada de excepción, la infanta Cristina. Eran los primeros juegos en Asia y los éxitos se redujeron a cuatro medallas. El oro fue para el regatista José Luis Doreste.

España brilló con luz propia en unos Juegos que resultaron espectaculares, desde la inolvidable ceremonia inaugural con el príncipe Felipe como abanderado y aquella flecha lanzada por el paralímpico Antonio Rebollo encendiendo el pebetero olímpico, hasta la clausura con Els Comediants y Peret y Los Manolos.

Se lograron veintidós medallas, récord que aún no se ha igualado. En la memoria quedan los triunfos de los atletas Fermín Cacho y Daniel Plaza, del equipo de fútbol y de la yudoka Miriam Blasco, que logró la primera presea femenina española.

La estela de éxitos de Barcelona se prolongó en Atlanta, donde España logró 17 medallas, con cinco oros, seis platas y seis bronces. Miguel Induráin, los equipos de waterpolo y de gimnasia rítmica y la vela, con la legendaria pareja Natalia Vía-Dufresne y Theresa Zabell, fueron protagonistas.

En los segundos Juegos celebrados en Australia el deporte español vivió un punto de inflexión, al ver cómo se reducía el número de medallas conseguidas a solo 11.

El gimnasta Gustavo Deferr dio la gran sorpresa en salto de potro.

España resurgió en la meca del deporte, con veinte medallas, destacando sobremanera en ciclismo, en el que logró cinco. Deferr repitió oro, David Cal logró dos de sus cinco medallas y sobresalieron las dos de Beatriz Ferrer-Salat en doma.

En la primera jornada de los Juegos de Pekín Samuel Sánchez logró el oro en ciclismo en ruta. En total, España ganó 19 medallas, dos de ellas las primeras de Craviotto y Nadal.

España tuvo una brillante participación en Londres, pero si algo hay que destacar es que el 65% de los éxitos fueron gracias a las féminas y la mayoría en deportes relacionados con el agua, con Mireia Belmonte, Ona Carbonell y Andrea Fuentes y Maialen Chourraut.

Y en los primeros Juegos en un país sudamericano España obtuvo su segundo mejor balance tras Barcelona. Brilló con luz especial la presea de Ruth Beitia, que se impuso en salto de altura de forma inesperada y tras haber anunciado su retirada tras finalizar cuarta en la cita londinense. También deslumbraron los oros de Mireia Belmonte y Carolina Marín.

Así, España suma 150 medallas de oro, plata y bronce en los Juegos Olímpicos, desde 1900 y hasta la fecha.

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En la cita japonesa de 2020, que se celebra con un año de retraso, aunque conserva el nombre, y que se celebrarán sin público en los estadios, por la pandemia de coronavirus, España aspira a lograr más de una veintena de medallas y acercarse a los éxitos logrados en Barcelona 1992. El COE ha confirmado la presencia de 321 deportistas, con 184 hombres y 137 mujeres, que participarán en 29 de los 33 deportes en los que se competirá en Tokio. Solo en lucha, surf, béisbol y rugby no habrá representación española, que por primera vez es la primera potencia europea en competiciones por equipos.

La delegación española presenta dos importantes bajas y que eran medallas casi segura, por las lesiones de Rafael Nadal y Carolina Marín. Y los Juegos serán la despedida segura de cuatro grandísimos deportistas que han hecho historia para nuestro país, como Raúl Entrerríos, en balonmano, Pau Gasol, en baloncesto, Javier Gómez Noya, en triatlón, y Alejandro Valverde, en ciclismo. Mireia Belmonte tomará parte en tres pruebas, aunque no defenderá la medalla de oro en 200 mariposa lograda en Río. Y Saúl Craviotto aspira a dos preseas, en K4 500 metros y en K1 200. Maialen Chourraut también aspira a repetir puesto en el podio y otras opciones claras son Ana Peleteiro, en triple salto; Orlando Ortega, en vallas; Lydia Valentín, en halterofilia; los karatecas -deporte que se estrena en Tokio- Damián Quintero y Sandra Sánchez.

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