Mola no se «reprocha nada» mientras Gómez Noya se siente «frustrado»

Mola, que llegaba a Tokio como un firme candidato al podio, ha condicionado su resultado final al rendimiento en la natación, que le ha llevado a salir descolgado en torno al puesto 40. «Ha sido una prueba muy exigente, no tanto por las condiciones meteorológicas, que no eran las peores, sino por el hecho de que hay gente que nada mucho, y a nosotros nos ha tocado trabajar muy duro en los primeros 20 kilómetros de bici para recuperar. Después, cuando he salido a correr me ha costado mucho encontrar las sensaciones, aunque creo que el segundo 5.000 ha sido muy bueno y eso me ha llevado a remontar posiciones», ha valorado.

Mola no se ha mostrado disgustado por el resultado, y ha admitido que «pese a que son unos Juegos, hay más carreras por delante», y ha dado a entender que tomará parte en el relevo mixto de triatlón. «Hasta ahora, lo normal era que aquí terminara nuestra participación olímpica, pero tenemos una prueba nueva y otra oportunidad de estar aquí y plantar batalla».

Mucho más desanimado ha aparecido Jesús Gómez Noya, quien a sus 38 quería aprovechar su última oportunidad olímpica para pelear por todo. «Estoy frustrado por el resultado y por todo el trabajo que he hecho durante tanto tiempo para llegar en las mejores condiciones aquí», ha admitido el pentacampeón mundial.

Gómez Noya ha justificado su rendimiento «en las malas piernas que tenía» y «en el esfuerzo que hemos hecho para conectar en la bici». El triatleta gallego ha sido sincero y ha asegurado que «las condiciones no eran tan malas, yo he entrenado con condiciones más duras y con mejores tiempos para llegar hasta aquí, pero después de una natación con muchos golpes, luego he visto que no tenía piernas para estar más adelante».