EFE
Perfil Ray Zapata

El niño que no paraba quieto en casa

Al contrario que a Deferr, que odiaba los entrenamientos, a Zapata le gusta machacarse físicamente

AMADOR GÓMEZ

Domingo, 1 de agosto 2021, 11:12

«Cuando vivíamos en Santo Domingo no paraba quieto en casa. 'Me aburro', me decía una y otra vez. Era muy inquieto. No había manera de frenarlo», recordaba la madre de Rayderley Zapata (Santo Domingo, República Dominicana, 26 de mayo de 1993), Raysa, antes del ... debut de su hijo hace cinco años en Río de Janeiro. Este domingo en Tokio 2020, ese niño se convirtió en plata olímpico tras una magistral actuación. «Desde que nos fuimos a Lanzarote cuando él tenía 10 años la gimnasia y estar en los Centros de Alto Rendimiento (de Barcelona y Madrid) le han hecho cambiar. Él no se pone nervioso, al contrario que yo, aunque seguro que cuando llegue la competición... Ya veremos, pero está muy tranquilo», recordaba su madre.

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«Yo iba a mi bola y hacía lo que quería en Santo Domingo. Era muy travieso. En Lanzarote no salía a la calle como hacía allí, pero empecé a hacer gimnasia y todo fue mejor. Me ayudó en la integración y a adaptarme», reconocía en 2016 el flamante medallista olímpico.

A él sí le gusta entrenar

Al contrario que a Gervasio Deferr, que odiaba los entrenamientos, a Zapata le gusta machacarse físicamente. «Sí, sí, a Ray le gusta entrenar. Disfruta haciéndolo», reconocía su madre. «Luchador» y «trabajador», como le define el presidente de la gimnasia española, Jesús Carballo.

Gracias a la gimnasia Ray Zapata impidió en el pasado el deshaucio que amenazaba a sus padres. «Si ganase el oro olímpico mi vida y la de mis padres cambiaría por completo, porque recibiré más ayudas», reconocía Ray en Río 2016. Ahora en Tokio ha conseguido la recompensa a tanta y tan durísima preparación.

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