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Javier Gómez Noya, en una competición. Archivo
La preparación de Gómez Noya en el Caribe más hostil
Triatlón (Domingo, 23:30H)

La preparación de Gómez Noya en el Caribe más hostil

El triatleta ha estado entrenándose en una isla con una humedad superior al 90%

CARLOS TRISTÁN

Sábado, 24 de julio 2021, 00:19

Los últimos Juegos en los que participó Javier Gómez Noya se saldaron con una medalla de plata para el triatleta español. Fueron los de Londres 2012, cita en la que consiguió un éxito que mejoró el diploma que había cosechado en Pekín 2008 al acabar ... en cuarta posición. Parecía el estreno de un prometedor currículo olímpico, pero una inoportuna caída con la bicicleta mientras se entrenaba le impidió competir en Río 2016. Una espinita que ahora, a sus 38 años, se quiere quitar en Tokio, competición para la que se ha preparado a conciencia.

Este domingo, Gómez Noya pondrá a prueba a su cuerpo contra rivales a los que saca más de diez años, aunque la edad nunca ha sido un problema para él, que sigue compitiendo al máximo nivel siempre que tiene ocasión. Y es que tal y como confesó a este medio hace unos pocos meses, se ve preparado para repetir metal como en 2012: «He visto que puedo llegar a mis mejores niveles, pero no de la misma forma en que lo hacía. Entiendes que no puedes hacer lo que hacías», contaba entonces.

Para llegar en el mejor momento, Carlos Prieto, su entrenador, ideó una preparación que le permitiera aclimatarse a la humedad que luego se encontraría en Tokio. Para ello, viajó dos veces a Cozumel, una isla mexicana en pleno mar Caribe en la que hace incluso más calor que en Japón. La idea era que el cuerpo del triatleta no sufriera tanto cuando llegase su momento en los Juegos. Por ejemplo, este viernes, la temperatura en Tokio rondaba los 30 grados, muy similar a la de Cozumel, con la diferencia de que en la isla se superó por momentos el 90% de humedad. En esta aventura, además de Prieto, estuvo Javier Theilaker, quien explica a este medio algunos detalles de la preparación.

«Javi ha hecho dos concentraciones en Cozumel. La primera fue en abril, de unas cuatro o cinco semanas, justo antes de la competición de Yokohama de las series mundiales. La idea era que Yokohama fuera un test de cara a Tokio, pero un problema en una muela le impidió competir. Posteriormente, ha estado otras cuatro semanas en Cozumel, justo antes de viajar a Tokio. Allí ha estado entrenando con un sensor de temperatura y haciendo las sesiones en horas de máxima humedad para que el cuerpo esté aclimatado a las condiciones extremas de calor que se va a encontrar en Tokio».

Clima similar al de Tokio

La prueba de triatlón está programada para las seis de la mañana, hora local, esquivando las peores horas de calor en la capital nipona. Aun así, Gómez Noya quería replicar las condiciones que pueden llegar a darse durante la prueba. Algunos de sus rivales han hecho algo parecido, pero no al nivel del español. «Que yo sepa, ninguno de los favoritos ha estado cinco semanas entrenando con un calor tan extremo como Javi. Sí ha habido varios triatletas que llevan años entrenando en altura, como el grupo de Joel Filliol, Mario Mola o Vincent Luis. Los noruegos, por ejemplo, han estado en Font Romeu para buscar los beneficios de la altura y luego estuvieron con la aclimatación por la zona de Gerona», cuenta Theilaker.

A pocas horas del pistoletazo de salida, el entorno de Gómez Noya es optimista con su actuación en Tokio. La experiencia juega a su favor, también las ganas de victoria tras lo ocurrido en 2016, y una preparación que, como decíamos, ha puesto su cuerpo a tono para una cita que se ha hecho esperar: «Cuanto más duras son las condiciones, más exiges al cuerpo, ya que sufres más deshidratación y sudas mucho más. Al mismo tiempo, el cuerpo se termina adaptando a esas condiciones y tú te adaptas a los ritmos. Y es que cuando las condiciones no acompañan, los ritmos de los triatletas suelen bajar. En México hemos visto a qué ritmo puede correr Javi con este calor».

Theilaker termina la conversación poniendo en valor el mero hecho de estar en Tokio, aunque evita mojarse con un pronóstico: «El primer objetivo, y más difícil, es llegar a la línea de salida de unos Juegos, y Javi lo sabe bien. No pudo participar en Río y a Pekín llegó con problemas. Para Tokio no ha sufrido lesiones y ha podido entrenar todo lo que ha querido. Luego, la carrera decidirá, ya que son unos Juegos muy abiertos con una lista de favoritos muy amplia. De momento, Javi ha estado entrenando muy bien y se ha adaptado al calor, así que vamos a ver qué pasa», concluye.

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