Siete años después se cierra el caso. Y lo hace, además, con el club ya desaparecido. Cosas de la justicia. Según confirma la Federación de Fútboml de Castilla y León, el Tribunal Supremo inadmitió días atrás el recurso de casación presentado en su día por el Real Burgos a cuenta de su no inscripción en Tercera División en la temporada 2018/2019.
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El caso, que se remonta a la temporada anterior, tiene muchas aristas, pero el resumen es relativamente sencillo. En la temporada 2017/2018, la Real Federación de Castilla y León de Fútbol acordó aplazar el encuentro que debían disptuar la Arandina CF y el Real Burgos SAD, debido a la convocatoria de tres futbolistas del conjunto ribereño con la selección autonómica.
Ese aplazamiento fue recurrido por el Real Burgos, que argumentaba que la convocatoria de esos tres futbolistas no era motivo para aplazar un encuentro en el que el equipo se jugaba la permanencia en Tercera División. En un primer momento, la Federación rechazó el recurso, pero el club burgalés acabó acudiendo a los tribunales. Y en primera instancia, la justicia le dio la razón al club. O al menos en parte.
Y es que, en agosto de 2018, un tribunal de Valladolid dictaminó la inscripción del Real Burgos en Tercera División como medida cautelar mientras se resolvía el recurso deportivo. Una inscripción que no llegó a materializarse de manera formal. No en vano, la Federación regional sí incluyó al equipo en el calendario, que tuvo que ser modificado para incluir 21 equipos en vez de 20. Sin embargo, la Federación Española descartó finalmente esa posibilidad, al entender que la organización de la competición en Tercera División era su competencia exclusiva, y no de la Federación de Castilla y León.
Aquello derivó en una situación casi surrealista. En Real Burgos, convencido de tener razón en la disputa, se presentó en sus supuestos partidos en Tercera División durante las primeras jornadas sin encotnrar rival, a veces, con el estadio directamente cerrado. Paralelamente, la Federación fue imponiendo sanciones al club por incomparecencia ente los rivales que según el calendario oficial tenía que jugar en Regional.
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Total, que aquello acabó en una pelea judicial que se ha acabado por resolver ahora. Ya en 2021, la justicia enmendaba la primera sentencia y daba la razón a la Federación. En aquel momento, la directiva del Real Burgos recurrió ese auto ante el Supremo, que ahora ha inadmitido dicho recurso.
Y todo ello en un momento en el que el club ya ni siquiera existe, después de que en 2022 se acordara la liquidación por parte del Ayuntamiento y la Diputación de Burgos, principales accionistas.
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