La polémica también alcanza al reparto del dinero, con el Valencia perjudicado

Después de las quejas del Valencia, el organismo que preside Luis Rubiales garantizó la búsqueda de patrocionador puntual o, en caso de no encontrarlo, incrementar el premio a la entidad de Mestalla. Dado que el patrocinador no ha aparecido, el Valencia, que ya ha expresado por escrito su disconformidad con el desigual reparto económico, confía en que la FEF aumente su caché, para evitar, llegado el caso, que el conflicto acabe en la justicia ordinaria. El club che firmó y devolvió recientemente el contrato que le entregó la FEF, con la posibilidad de emprender acciones judiciales, pero aún no ha recibido la copia con la firma del presidente federativo. «La campaña pasada no estuvimos de acuerdo con el cambio de formato a mitad de temporada y tampoco estamos de acuerdo con el reparto económico. Vamos a pelear por nuestros derechos», insiste el presidente del Valencia, Anil Murthy.

Los equipos de esta Supercopa percibirán una cantidad fija por disputar el torneo en Arabia (800.000 euros cada uno de los clubes), y otra variable, consecuencia del palmarés histórico de cada uno de ellos. «Esto ocurre en la Champions, en las ligas... El apartado que va en función del histórico está hecho con plenitud de objetividad», se defiende Rubiales frente al malestar del Valencia, que insiste en que en la Supercopa participan «cuatro grandes equipos y no puede haber un reparto diferente». Los que lleguen a la final ganarán otros 600.000 euros adicionales, y habrá 600.000 euros más para el ganador, por lo que el campeón de la Supercopa cobrará dos millones de euros por su rendimiento deportivo.