El resurgir de Ceballos

Atrás queda un verano lleno de incertidumbre en el que su futuro se jugó en los despachos. Venía de rubricar con la conquista de la FA Cup un curso notable en el que recobró el brillo que le convirtió en uno de los talentos emergentes más codiciados del continente, pero que se vio opacado durante sus dos campañas en el Real Madrid. La falta de confianza de Zinedine Zidane en el utrerano fue palmaria desde el primer momento y tuvo como punto álgido aquella controvertida salida al césped de Butarque cuando al duelo contra el Leganés correspondiente a la decimosexta jornada de Liga de la temporada 17-18 apenas le restaban unos segundos. Un relevo que se interpretó por ciertos sectores como una humillación y que llevó al preparador marsellés a pedir perdón. No fue más que un despiste del técnico, pero evidenciaba el lugar residual que ocupaba el andaluz en sus planes.

El aterrizaje de Julen Lopetegui en Chamartín y el posterior paso de Santiago Solari por el banquillo blanco le sacaron del ostracismo, pero el regreso de Zidane en marzo de 2019 le obligó a tomar el avión rumbo a Londres. La capital británica, con su clima lluvioso, parecía un destino hostil para un futbolista criado en la cálida y soleada Sevilla, pero la Premier revitalizó a Ceballos.

Fundamental en esa resurrección del centrocampista que se consagró como mejor jugador del Europeo sub-21 de 2017 fue el nombramiento en diciembre de 2019 de Arteta como técnico del Arsenal. El donostiarra apostó desde el principio por el fútbol combinativo de Ceballos, del que ha extraído también su versión más sacrificada. Sin perder un ápice de finura con la pelota, el utrerano trabaja más que nunca en defensa y es el faro de un Arsenal que ha comenzado con buen pie en la Premier. «Después del confinamiento se vio el Ceballos que todos esperábamos. A raíz de la llegada de Arteta se vio a un equipo mejor y yo encontré una posición más defensiva. He mejorado muchísimo de hace seis meses para atrás y muy contento de seguir un año más en el Arsenal», reconocía el andaluz este viernes.

Aunque todo pudo irse al traste si los 'gunners' no hubiesen rebajado en verano sus pretensiones de hacerse con una opción de compra por el medio que el Real Madrid no concebía. Porque en la 'casa blanca' no pierden la fe en que Ceballos pueda triunfar un día como merengue, pese a que a Zidane no le entre por el ojo. La opinión de Arteta, una vez más, fue determinante para desencallar las negociaciones, que concluyeron con un nuevo año de préstamo para los 'gunners', al término del cual debería retornar a Madrid. «Yo tenía la idea clara de volver al Arsenal, donde había terminado muy bien, con la confianza del míster y a un buen nivel».

La solución satisfizo a todas las partes y permitirá a Ceballos hacer méritos para estar en la Eurocopa. «Cuando te sientas a valorar lo que viene en verano, con Eurocopa y Juegos Olímpicos, sabes que tienes que tener un rol importante en tu equipo. El rol que llevaba años buscando lo encontré con Mikel», subrayó este viernes el andaluz, que se muestra ambicioso y mantiene vivo el anhelo de hacer el doblete. «Soñar es gratis. Todavía es compatible. Hay quince días de diferencia. Pero hay que ir paso a paso, quemando etapas. Primero hacer un buen año en el Arsenal, porque está muy difícil entrar en el centro del campo de España», dijo antes de defender la presencia de Ramos en Tokio 2020. «Sergio se ha ganado el derecho a decidir, no solo por superar a Casillas, sino por el rendimiento que está dando. Yo quiero siempre a Sergio Ramos en mi equipo», manifestó.