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Restan casi ocho meses para el Mundial, pero Luis Enrique va afinando cada vez más la columna vertebral del bloque con el que acudirá a Catar. El amistoso frente a Albania vino a poner de manifiesto que el seleccionador español tiene una sala de ... máquinas muy definida en la que Pedri y Gavi están destinados a llevar la manija del combinado nacional en la Copa del Mundo que se celebrará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre, con Busquets, ausente por descanso en esta ventana, como lugarteniente de los dos precoces talentos del Barça.
Como sucediera con aquella España del tiquitaca que pivotaba en gran medida sobre los menudos cuerpos y la enorme clase de Xavi Hernández y Andrés Iniesta, la renovada Roja que comanda el técnico asturiano fía buena parte de su presente y futuro a dos pequeños alborotadores que han derribado la puerta en tiempo récord y han asumido el mando con un aplomo asombroso. El canario tiene un dominio de los espacios y una visión de juego extraordinaria a la que va sumando cada vez mayor filo y colmillo, mientras que el andaluz contribuye con calidad, verticalidad, entrega y un espíritu guerrero que le viene como anillo al dedo a este grupo al que Luis Enrique pide que exprima cada segundo al máximo.
El bolo en Cornellà juntó por primera vez con la elástica nacional a dos futbolistas que conviven en el vestuario del Barça desde que comenzó la temporada pero que, hasta la fecha, solo habían coincidido sobre el césped en catorce partidos y un cómputo de 579 minutos. Las bajas por motivos médicos de Pedri, que incidieron en el salto a la élite de Gavi, retrasaron su cohabitación en el verde. Pero esta ha comenzado a hacerse más frecuente en las últimas semanas a la vera de Xavi Hernández, que dispuso por primera vez en el duelo copero frente al Athletic de la pareja de interiores a la que recurrió Luis Enrique de partida en el RCDE Stadium. Mezclaron bien durante más de una hora contra Albania, antes de que Carlos Soler relevase a Gavi para el arreón final en un duelo espinoso, pese al espíritu festivo de la grada.
El canterano de La Masia se convirtió el pasado mes de octubre en el futbolista más joven en debutar con la selección española, al estrenarse con 17 años y 62 días frente a Italia en la 'final four' de la Liga de Naciones. Desde entonces, nadie le ha sacado del once titular de Luis Enrique. Disputó 75 minutos en el enfrentamiento por el título de aquella competición contra Francia y acumuló otros 154 repartidos en las dos últimas citas de la fase de clasificación para el Mundial de Catar ante Grecia y Suecia.
Persistía el interrogante del efecto que pudiera tener el regreso de Pedri sobre su andadura como internacional, pero Luis Enrique lo despejó el sábado poniendo a los dos de inicio. Ofrecen perfiles diferentes y plenamente compatibles. Cierto es que en la recámara hay futbolistas con mayor experiencia como Koke, que seguramente tendrá su oportunidad el martes ante Islandia en Riazor, pero todo apunta a que la dupla Pedri-Gavi ha llegado para quedarse.
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El que fuera ganador del último Golden Boy fue de los más ovacionados en Cornellà en su vuelta a la selección 263 días después. Estuvo muy incisivo en la primera parte, llegando con mucho peligro en un par de ocasiones desde segunda línea y mostrando esa disposición más rematadora que se está viendo esta campaña. Xavi le alienta para que finalice más con su club y La Roja también precisa de mayor aportación ofensiva de sus centrocampistas, especialmente frente a rivales que se atrincheran en su área, como sucedió en muchas fases del partido ante Albania. Pese a que solo tiene 19 años, a estas alturas ya nadie discute su liderazgo tanto con el Barça como en la selección, con la que suma once apariciones desde que debutase frente a Grecia el 25 de marzo de 2021 en el Nuevo Los Cármenes.
El viernes se cumplió un año exacto de aquel estreno y Pedri asume ya con desparpajo el '10' de la selección española, un dorsal de mucho peso que para nada acompleja al canario. Xavi abundó no hace mucho en las similitudes de su juego con el de Iniesta y Luis Enrique fue más lejos el pasado verano cuando valoró la gran Eurocopa del muchacho a sus 18 años. «Ni don Andrés Iniesta fue capaz de hacerlo». El Mundial será otra prueba de fuego para el de Tegueste.
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